Jonathan Álvarez, presidente de la Fundación ‘Patitas Anónimas’ y Paulina Jiménez, integrante de la misma organización salieron decepcionados de la Fiscalía de Tungurahua. Este jueves 30 de noviembre decidieron formalizar la denuncia por el caso de zoofilia —ocurrido en la ‘casa de la inmundicia— y no los funcionarios no se la recibieron.

En una carpeta, los activistas, anexaron el parte policial, el certificado veterinario donde se comprueba el abuso sexual a una de las tres perritas y la denuncia particular. Álvarez mencionó que el fiscal César López les explicó que de acuerdo al artículo 249 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), lo ocurrido con la mascota es una infracción, más no un delito penal.

“Salimos tristes y decepcionados porque es un acto violento y es lamentable que en el COIP no se defienda a las mascotas. El fiscal nos direccionó para que acudamos a Fiscalía de Flagrancia. Lo que buscamos es sentar un precedente. Es el primer caso de zoofilia en Ambato”, dijo Álvarez.

Por su parte, Paulina Jiménez, manifestó que la perrita agredida de manera sexual tiene traumas y desconfianza con los humanos. Ahora el animal está en tratamiento psicológico.