Sombras que adquieren formas humanas, siluetas que ves con los ojos entreabiertos, manchas extrañas en fotografías; luego del susto inicial, lo más probable es acudir a una frase común: “¡Creo que vi un fantasma!” ¿Es verdad que te encuentras frente a una entidad sobrenatural?, ¿o acaso tu cerebro está jugando contigo? EXTRA te lo cuenta a continuación.

De acuerdo a la neuropsicóloga, Marisa Fernández, estas visiones pueden tener su explicación en diversas enfermedades que tienen una base neural. Las afecciones en las áreas parietales, las cuales se dedican a la percepción visual, pueden contribuir a este tipo de fenómenos.

A finales del 2013, el doctor B.R. Kartheek y sus colaboradores realizaron una publicación en el ‘International Journal of Pharmaceutical & Biological Archives’ llamada: ‘Why do some people see ghosts?’ (’¿Por qué algunas personas ven fantasmas?’), en este trabajo se presentó a la esquizofrenia, el parkinson y el alzhéimer como algunas de las principales enfermedades que podrían ocasionar alucinaciones visuales.

También se mencionaban a trastornos mayores, como la enfermedad de Creutzfeldt Jacob (la enfermedad conocida como ‘de las vacas locas’) o la demencia por cuerpos de Lewy. Estas alteraciones en las funciones visuales perceptivas hacen que quienes padecen estas enfermedades perciban estas imágenes como algo real o nítido.

Adam Waytz, psicólogo de la Northwestern University de Illinois, considera que lo paranormal puede funcionar como una protección ante verdades más duras que rodean al sujeto. “Muchos rechazan que lo que ocurre a su alrededor y que el universo es azar, y prefieren buscar respuestas en lo paranormal”, indica Waytz. Cuando sucede algo traumático o inesperado el cerebro intenta codificar la información y dar respuestas, en sus intentos de solucionar el caos, que pueden estar relacionadas con algo real, pero no ser reales, pudiendo experimentar “sucesos paranormales”.

Por su parte, el psicólogo Tapani Riekki, de la universidad de Helsinki, en Finlandia, explica que los creyentes de lo paranormal tienen mayor capacidad de ‘inhibirse cognitivamente’: “Mientras que lo escépticos tienden a reír o pensar que es una coincidencia, los creyentes sustituyen lo lógico por respuestas ambiguas, pero igual o mayor confianza que los escépticos”, afirma el experto.

Otras razones que hacen que luces y sombras puedan ser confundidos con “fenómenos paranormales” son el uso de drogas, el consumo de alcohol y el cansancio extremo, que inducen a tener este tipo de visiones.