A medida que se acerca el 20 de junio, se habla del llamado Yellow Day, una fecha identificada por diversos estudios como el día más feliz del año. Aunque no se trata de una conmemoración oficial ni tiene una celebración formal, se ha popularizado debido a la combinación de factores ambientales, psicológicos y sociales que inciden en el bienestar general de las personas.

Este día marca la transición entre estaciones en el hemisferio norte, la cual coincide con el final de la primavera y la llegada del verano y conlleva a temperaturas más cálidas, días más largos y mayor exposición al sol.

¿Cuál es el origen del día más feliz del año?

Esta fecha se calculó en función de elementos como el clima, el nivel de actividades al aire libre, el aumento del tiempo libre y las relaciones sociales, que suelen intensificarse en esta época del año, al concentrarse de forma óptima, lo que justifica esta ocasión. 

(Te puede interesar: Conoce el remedio natural que equilibra el azúcar y mejora la salud)

A este conjunto de factores se suma el simbolismo del color amarillo. La psicología del color lo vincula con emociones como la alegría, la energía, la vitalidad y el optimismo. Al estar asociado con la luz solar, se convierte en un reflejo visual de lo que representa este día en términos emocionales.

Distintos estudios coinciden en que los colores tienen un efecto psicológico en las personas. En este caso, el amarillo transmite dinamismo, creatividad y calidez. No solo se percibe como un tono estimulante, sino que también se relaciona con la inteligencia y la innovación, aspectos que potencian la percepción positiva del entorno.

Esta percepción se complementa con el fenómeno astronómico del solsticio de verano, que ocurre en fechas cercanas al 20 de junio y durante el cual el hemisferio norte recibe la mayor cantidad de luz solar en el año. Este aumento de luz contribuye a mejorar el ánimo y a reducir los niveles de estrés.

Factores que contribuyen al bienestar

Aunque el entorno influye significativamente en la percepción del bienestar, los hábitos personales también tienen un rol clave. De acuerdo con el nutricionista Jonathan Jara, de Herbalife, ciertas prácticas como mantener una alimentación equilibrada, realizar ejercicio físico y disfrutar de momentos al aire libre favorecen la liberación de endorfinas, conocidas como "las moléculas de la felicidad".

El especialista destaca que estos neurotransmisores se activan no solo por lo que se come, sino también por emociones positivas, el afecto y la exposición al sol. Actividades como caminar, compartir tiempo con personas cercanas o practicar la gratitud fortalecen la sensación de plenitud, especialmente en una jornada como el 20 de junio.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!