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Buena Vida

Sin abejas no hay vida: el mundo celebra su día en medio de amenazas crecientes
Este 20 de mayo se reflexiona sobre el papel de las abejas y los riesgos que enfrentan pese a ser esenciales para los ecosistemas
Cada 20 de mayo se conmemora el Día Mundial de las Abejas, una fecha proclamada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde 2018 con el objetivo de concienciar sobre la importancia de estos polinizadores clave, tanto para la biodiversidad como para la seguridad alimentaria global.
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La elección de esta fecha no es casual: se trata del natalicio de Anton Janša, un pionero de la apicultura moderna originario de Eslovenia, país que impulsó la creación de esta efeméride.
Pequeñas, pero vitales para la vida

Las abejas son responsables de la polinización del 75% de los cultivos alimentarios del mundo, incluyendo frutas, verduras, semillas oleaginosas y frutos secos. Sin su labor silenciosa, la dieta humana se volvería drásticamente más limitada y menos nutritiva, y muchos ecosistemas naturales podrían colapsar.
Además, su rol no se limita a la producción de alimentos. La salud de los suelos, la reproducción de las plantas silvestres, la economía rural y la biodiversidad global dependen en gran parte de su existencia. Por esta razón, los científicos y conservacionistas las consideran especies clave y verdaderas heroínas de la naturaleza.
Una especie bajo amenaza
Pese a su importancia, las abejas enfrentan una crisis global. Según reportes recientes, más del 40% de las especies de abejas están amenazadas de extinción. Entre las principales causas se encuentran:
- El uso indiscriminado de pesticidas y agroquímicos, especialmente neonicotinoides.
- La pérdida de hábitats naturales debido a la expansión agrícola y urbana.
- El cambio climático, que altera los ciclos de floración y afecta la disponibilidad de alimento.
- La aparición de enfermedades y especies invasoras, como el ácaro Varroa destructor.
Realidades locales: el caso de Ecuador
En Ecuador, particularmente en la provincia de Loja, los apicultores han alertado sobre la muerte masiva de abejas debido al uso de insecticidas en cultivos de maíz. Algunos de ellos han optado por trasladar sus colmenas a zonas boscosas, buscando protegerlas del contacto con sustancias tóxicas.
También han hecho un llamado a la comunidad agrícola para que adopte prácticas más amigables con el medio ambiente, como el uso de biopesticidas o técnicas de manejo agroecológico. Estas acciones no solo benefician a las abejas, sino que también ayudan a construir una agricultura más resiliente y sostenible.
¿Cómo podemos ayudar desde casa?
La protección de las abejas no es responsabilidad exclusiva de los gobiernos o científicos. Cada persona puede contribuir con pequeñas acciones cotidianas, tales como:
- Plantar flores autóctonas y crear jardines amigables con los polinizadores.
- Evitar el uso de pesticidas químicos en balcones y huertos.
- Comprar miel local y productos apícolas de origen sostenible.
- Educar a niños y adultos sobre la importancia de estos insectos.
- Apoyar políticas públicas que promuevan la conservación de polinizadores.
Una celebración con sentido y urgencia
El Día Mundial de las Abejas no es solo una fecha para celebrar la miel o la apicultura, sino una oportunidad para reflexionar sobre la profunda interdependencia entre los seres humanos y la naturaleza. Proteger a las abejas es proteger la vida.
En un mundo marcado por la crisis climática y la pérdida de biodiversidad, estas pequeñas aliadas nos recuerdan que sin polinizadores, no hay alimentos ni futuro. Su zumbido es un llamado urgente a la acción colectiva. La pregunta es: ¿estamos escuchando?