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Diario Extra Ecuador

Buena Vida

¿Acoso o amor?, esto es lo que nos enseñan los personajes de las series

Revisar las fotos de tu pareja, sus actualizaciones en redes sociales y conocer su itinerario puede parecer algo muy inofensivo sin embargo, hacer de esto una costumbre puede hacerte cruzar los límites.

Existe evidencia empírica que indica que las narraciones de ficción ejercen efectos significativos en las personas.

Existe evidencia empírica que indica que las narraciones de ficción ejercen efectos significativos en las personas.Pexel

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Revisar las fotos de tu pareja, sus actualizaciones en redes sociales y conocer su itinerario puede parecer algo muy inofensivo sin embargo, hacer de esto una costumbre puede hacerte cruzar los límites.

Pero, ¿cuáles con los límites?, ¿qué está bien y qué no?, este tipo de preguntas se desataron en torno al estreno de una serie en Netflix que presentó un escenario de acoso que muchos espectadores interpretaron como romanticismo. En la producción se cuenta la obsesión que Joe siente por Beck, misma que lo lleva convertirse en un asesino.

La trama de la historia, aunque un poco espeluznante, no es el problema en discusión; los comentarios y ‘flechazos’ que parte de la audiencia sintieron por este personaje sí lo son, incluso la joven actriz Millie Bobby Brown cayó ante las acciones de Joe en los primeros episodios de la serie. “No es horripilante, solo está enamorado de ella”, dijo en un video para sus seguidores, aunque cuando avanzó en los episodios reconoció que el comportamiento del protagonista estaba mal.

Pero este no es ni el primero ni el último caso en que los chicos realmente malos se llevan el amor del público. Personajes como Berlín, de La Casa de Papel, Don Draper de Mad Men, o Dexter Morgan de la serie Dexter son algunos que pueden añadirse a la lista.

Los sentimientos que llevaron a la audiencia identificarse con el protagonista de esta serie pueden ser explicados con un poco de ayuda. En el estudio I did it because I never stopped loving you de Julia R. Lippman se concluyó que las comedias románticas donde se muestran comportamientos acosadores pueden ser percibidos por las mujeres como románticos.

“Los resultados indican que las representaciones de los medios de la agresión de género pueden tener efectos prosociales, y que los comportamientos de persecución románticos comúnmente presentados en los medios como parte del cortejo normativo pueden llevar a un aumento de las creencias que apoyan el acecho”, señala el documento publicado en 2015.

Así se termina confundiendo el acoso con romanticismo, y hasta terminas identificándote con este tipo de comportamientos hasta justificarlos.

Aceptar las acciones de los personajes que aparecen en cine o televisión también tiene una explicación. El artículo Identificación con los personajes y persuasión incidental a través de la ficción cinematográfica explica que “existe evidencia empírica que indica que las narraciones de ficción ejercen efectos significativos más allá del puro entretenimiento y el impacto afectivo”.

Todo gira en base a la percepción de una imagen positiva transmitida por el personaje (en el caso de You, el ‘amor’). “La identificación con los personajes ha sido definida en este trabajo como un constructo multidimensional, siendo sus dimensiones básicas la empatía, la absorción en el relato y la atracción hacia los personajes”, señala Juan José Igartua, autor del estudio.

¿Acoso o amor?

Los matices en realidad son claros. Empezando por la definición de la Real Academia que menciona el acoso como la acción de “perseguir, sin darle tregua ni reposo, a un animal o a una persona”, hasta lo que estipula los psicólogos Buchanan, Bluestein, Nappa, Woods y Depatie que refieren que el Hostigamiento y Acoso Sexual “lo integran todas aquellas conductas verbales y no verbales que son insultantes, cuya naturaleza crea ambientes hostiles por medio de la atención no deseada y la coerción sexuales”.

Aunque puntualmente se menciona el sexual, también puede existir el acoso emocional y psicológico.

El ‘empujoncito’ de la tecnología

Dibujar los límites en una relación siempre resulta complicado. Celos, acoso o curiosidad, las redes sociales pueden intensificar todo esto. Facebook, Twitter o Whatsapp, estas herramientas son la combinación ‘perfecta’ para llevarlos a otro nivel.

Seguro la palabra ‘stalkear’ –que viene del término stalker, que traducido del inglés significa acosador- podría abarcar el inicio de la espiral de acoso, y es que esta actividad en realidad sobrepasa la ficción.

Las experiencias recopiladas en El amor y las nuevas tecnologías: experiencias de comunicación y conflicto demuestran que incluso pueden suceder casos atemorizantes. Entre los testimonios se encuentra el de Rebeca de 15 años, quien contó que un extraño la agregó en una red social y tuvieron esta peculiar conversación:

Para el artículo titulado: ¿Un ‘like’ puede terminar tu relación?, la psicóloga clínica Sandra Saltos, especialista en terapia de parejas, señaló la privacidad individual no está en discusión. Compartir también implica respeto.

Como conclusión el artículo El amor y las nuevas tecnologías: experiencias de comunicación y conflicto muestra que los jóvenes minimizan muchos de los actos de observación, intrusión, vigilancia o control a través de las redes sociales.

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