Pensó que tendría que cerrar sus cuentas en redes sociales cuando salieran al aire los primeros programas de Ecuador Tiene Talento (ETT) porque creía que la iban a “hacer pedazos”, pero las buenas críticas que dice haber recibido Carolina Jaume le sorprendieron gratamente.

Sin embargo, si le dieran a escoger con qué actividad quedarse, entre todas las que hace actualmente (jueza de ETT, actriz de la novela La Trinity y de varias obras teatrales), Carolina ni lo duda: hacer teatro.

La guapa rubia cree que la “televisión es un mundo de muchas víboras” y el teatro es, para ella, reencontrarse con amigos de toda la vida.

“No soy ‘ñañera’. Llego, hago mi trabajo y me voy. Creo que funcionas mejor laboral y profesionalmente midiéndote mucho, no involucrándote mucho. Las amistades se dan con el tiempo”, menciona la actriz, a quien Gineth Moreno le dijo “que no es mala, sino tonta”.

Sobre esto, Carolina asegura que le da gracia, luego de una carcajada, pues reitera de que ella toma los comentarios según quién los emita. “No juzgo a quien lo haya dicho, no me molesta. Me molestaría si me lo hubiera dicho Érika Vélez, María Fernanda Ríos. Mientras tanto, me río”, replica.

De vuelta a los musicales

Sobre las tablas parece una niña jugando, ni se le nota que ensaya para la próxima obra que protagoniza, Broadway SuperStar (Súper estrella de Broadway), que se estrena el próximo viernes 16 en el Teatro Centro de Artes.

Sonríe, baila y bromea con sus compañeros de elenco de “ponerle una ‘X’ cuando vayan a audicionar a Ecuador Tiene Talento (ETT)”. Se detiene un momento y se sienta en el piso para ponerse sus zapatos de baile. Luego de 15 años volverá a ser parte de un musical, en el que debe cantar y “¡bailar!”, exclama emocionada.

“Nunca he dejado de hacer teatro, pero hace mucho no hago un musical y debo reconocer que me ha costado bastante, sobre todo aprenderme los pasos de baile”, menciona la actriz, que también es jueza de ETT, parte de La Trinity, de Ecuavisa y mamá ‘en estreno’.

Bromea con que le reza mucho a Dios para que le dé tiempo de dividirse entre sus pasiones, porque su bebé Alonso llegó con “una panadería bajo el brazo”, dice para referirse a todo en lo que incursiona.

Para Carolina, cuyo cuerpazo y movimientos de baile no delatan ni que tuvo un bebé hace cinco meses ni que está ‘oxidada’ en los musicales, este año se cumplieron muchos sueños; el más hermoso es que su primer amor, su hija Rafaela, tenga a un ‘príncipe’ al cual llamar hermano.