Buena Vida
¡‘Pilas’, el agua elimina las toxinas!
Según la nutricionista Irene Alvarado, la idea es beber el suficiente líquido para tener un cuerpo saludable.
Referencial. Beber agua evita desbalances en los electrolitos.
Desde la época de nuestros abuelos se escucha un consejo que aún cala en nuestra conciencia: hay que tomar dos litros de agua diarios u ocho vasos al día. Pero, ¿hasta qué punto esa referencia es una realidad?
Para la doctora Irene Alvarado, experta en nutrición, aquella indicación es sacada de estudios de dietas alimenticias para promover el equilibrio que debe existir en nuestro cuerpo. Sin embargo, la cantidad no es un requisito que deba cumplirse casi como al pie de la letra.
“La idea es tomar una cantidad suficiente de líquidos a lo largo del día, no necesariamente esa cantidad las personas las completan a través de agua”, explica Alvarado.
Añade que aunque lo más recomendable es tomar agua, ésta puede ser reemplazada por otros líquidos que también la contienen como jugos naturales. Pero, ‘ojo’, esas tentadoras bebidas dulces son malas para la salud porque pueden elevar el nivel de azúcar en el cuerpo.
La función del agua es clara: su consumo ayuda a eliminar las toxinas mediante la orina. Además, es el líquido que requieren varias partes del cuerpo para su correcto funcionamiento, apunta Alvarado.
Si se toma más de lo señalado...
Si una persona ingiere más de dos litros de agua al día, puede sufrir una variación de la homeostasis, que se refiere a un conjunto de fenómenos de autorregulación para mantener una condición estable.
Alvarado dice que cuando ocurre aquello, podrían producirse desbalances en los electrolitos e incluso aquello puede manifestarse en mareos.
Agua para empezar el día
La especialista manifiesta que la ingesta de agua al levantarse contribuye a la regulación de toxinas. Y, además, es un hábito que ayuda a balancear las cargas metabólicas que requiere el cuerpo humano.
En climas calurosos, más aguas
Un aspecto a tomar en cuenta es que en las ciudades donde la temperatura suele ser alta, es más recomendable tomar agua porque hay una tendencia a la pérdida de líquidos a través de la sudoración. Y si se trata de una persona que constantemente practica actividades físicas, la pérdida es mayor.