Buena Vida
Alcantarilla sin tapa lo ‘recibió’

Johanna Pisco, Quito
La primera impresión que se llevó de Latinoamérica le provocó moretones. Tenía 25 años y Christoph Baumann viajaba como mochilero desde Los Ángeles hasta Guadalajara, en México y al bajarse del bus, se cayó en una alcantarilla.
No se fijó en “esa costumbre latina de robarse las tapas de las alcantarillas, sin darme cuenta caí en una. Desde ahí siempre miro por donde voy”, admite, entre risas. En ese momento no sabía que uno de estos países le ‘robaría’ el corazón.
Sus dos metros de estatura lo hacen levantarse ‘como una torre’ sobre los escenarios ecuatorianos. Su nariz aguileña y cabello rubio, que ahora ya está ‘teñido’ de blanco, lo hacen ‘resaltar’ entre sus colegas actores ‘criollos’.
Sin embargo, actualmente Christoph es más ‘de acá’ de lo que se cree. Su acento delata su origen alemán aunque domina el argot quiteño, ciudad donde reside, e incluso exagera la ‘f’ en muchas palabras.