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Los ruidos fuertes y constantes podrían provocar, a la larga, una sordera temporal o permanente.Internet

Amas de casa en riesgo: los ruidos diarios y comunes que podrían dañar tus oídos

Electrodomésticos, juguetes y el caos del hogar podrían ser un terrible mal para tus oídos. Hay que someterse a chequeos una vez al año

Las amas de casa, y en general cualquiera que pase mucho tiempo en el hogar, suele lidiar con un ‘concierto’ de ruidos que se inician desde temprano. Traquetea la lavadora, la cafetera chisporrotea, la licuadora zumba con fuerza y la TV suena a ‘full’. Todo esto mientras los ‘pelados’ corretean por la casa

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El problema es que ese fondo sonoro del día a día puede estar dañando de a poco nuestros oídos sin que nos demos cuenta.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el oído humano no debería estar expuesto a niveles superiores a los 70 decibelios (dB) de forma prolongada. Superar ese umbral de manera continua puede provocar desde molestias temporales hasta la pérdida auditiva permanente.

“El contacto recurrente con sonidos intensos en un espacio cerrado aumenta la fatiga y las molestias en el conducto auditivo”, explica al respecto Ariana Araujo, audioprotesista de GAES, quien advierte del riesgo de “alteraciones o incluso problemas más graves” en los oídos.

Estos son los ruidos más comunes en el hogar

Y es que la mayoría de las veces se pasan por alto los ruidos más comunes. Por ejemplo, una aspiradora genera entre 70 y 90 decibelios, una licuadora puede alcanzar los 90 dB y una lavadora ronda los 75 dB. Si cocinas, limpias y lavas al mismo tiempo, fácilmente superarás con creces los niveles recomendados. 

El ruido constante habitual es dañino.Internet

Tampoco hay que subestimar el ruido que generan los juguetes de los niños. Un simple karaoke o un carrito de control remoto puede alcanzar entre 85 y 100 dB, similar al ruido de una moto o del tráfico pesado. Según un informe de la Academia Americana de Pediatría, algunos juguetes infantiles superan los 120 dB si se usan cerca del oído, un nivel comparable al de un concierto de rock.

Todo esto sin considerar que al ruido doméstico se le suma el que viene de fuera: tráfico, bocinas, construcciones, música de los vecinos… Todo eso se filtra y suma.

¿Cómo puedo reducir el ruido en mi casa?

  • Controlar el volumen de lo que te rodea: Mantén la televisión, la radio y los juguetes a un nivel moderado. Establezca momentos de silencio sin tecnología a lo largo del día y utilice cortinas o alfombras para absorber el exceso de ruido.
  • Reducir el uso simultáneo de electrodomésticos: Utilizar varios aparatos ruidosos al mismo tiempo aumenta la carga sonora total. Intente espaciar su uso, elija modelos más silenciosos cuando sea posible y asegúrese de que están bien mantenidos.
  • Revisiones auditivas periódicas: La exposición constante a sonidos intensos puede generar molestias que pasan desapercibidas. Para prevenir complicaciones, es recomendable acudir a una evaluación auditiva al menos una vez al año. Los centros GAES ofrecen este servicio de forma gratuita, ayudando a detectar cualquier signo temprano de pérdida de audición.

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