Exclusivo
Buena Vida

El público pudo presenciar los filmes que se transmitieron en la fundación Cleotilde Guerrero.RM / Extra

¡La Trinitaria estrena cine club!

La idea surgió mediante una donación de cuatro televisores grandes

“Esta película me hace reír y me emocionó verla”. Es la expresión de Leonel Moreno Mina, de 7 años, quien esbozaba su sentir al ver el primer filme del proyecto de El Cine Club en la Isla Trinitaria.

Los niños con sus familiares gozaron de un momento de esparcimiento en la Casa Comunal Cleotilde Guerrero, ubicada en la Cooperativa Andrés Quiñónez, del populoso sector del sur de Guayaquil.

La idea nació luego de una donación de cuatro televisores que recibió Marisol Caicedo, representante de la Fundación Cleotilde Guerrero, de parte de una empresa privada. Se enteraron de la fundación y la manera de canalizar la ayuda a los más necesitados del sector, esta empresa quiso colaborar con la institución sin fines de lucro.

Según Jimmy Simisterra, promotor del proyecto, cuando recibió los televisores, lo primero que se le vino a la mente fue donarlas a varios sectores. Decidió desarrollar salas de cine club en barrios populares, como Isla Trinitaria, Monte Sinaí, Durán y Guasmo Sur. Los aparatos serían ubicados en las casas comunales de cada sector, y según como vayan creciendo las donaciones, se ampliaría la sectorización.

Al evento asistieron varias asociaciones de distintos sectores. El espacio fue creado por la presencia de muchas familias que no tienen los recursos para asistir a un cine y poder pasar un momento ameno con sus hijos. “Por eso es que traemos el cine a los barrios, aquí se proyectarán películas escogidas, internacionales, dibujos animados, etc.; luego de cada filme se aplicará un conversatorio con preguntas y respuestas acerca del mensaje del largometraje”, acotó el promotor.

En esta ocasión se brindó canguil pero en la próxima proyección se lo venderá con jugos que costarán 0,50 centavos. “Esto se hace para que los niños empiecen a dar valor a todas las actividades que se realizan en la Fundación y sepan que no todo es gratis”, dijo Simisterra.

“La institución es manejada con nuestros propios ingresos: con la venta de artesanías, donaciones y por vinculación con universidades e institutos. El objetivo es que los jóvenes asistan a conocer de la cultura afro en la Fundación”, acotó el director.