Actores que se metieron demasiado en sus personajes

¿Cuántas veces una gran interpretación nos ha conmovido, asombrado o aterrorizado? Al sentarnos frente a la gran pantalla, canguil en mano y con las expectativas más rebosantes que la funda de snacks, buscamos olvidar que eso que pasa frente a nosotros es puro cuento.

Los actores suponen piezas clave en la construcción de un filme memorable; de ellos se espera una representación convincente, que se adentre en la complejidad del personaje. Y se trata de una tarea que en más de una ocasión se ha llevado al extremo.

Hay quienes se transformaron por completo tanto dentro como fuera del set, sacrificando su bienestar físico y mental. Te mostramos algunos casos a continuación.

Jim Carrey

En la década de los noventa, Jim Carrey se convirtió —literalmente— en uno de sus ídolos: el comediante Andy Kaufman. Su interpretación del humorista —y de su alterego, Tony Clifton— en la película Man on the moon, dirigida por el recientemente fallecido Milos Forman, le dejó varios premios; pero también una serie de problemas psicológicos.

De los cuatro meses de rodaje, en 1998, se desprendieron curiosos incidentes, relacionados al comportamiento de Carrey, de los que se habló en los medios de comunicación en ese tiempo.

No obstante, los detalles más extraños permanecieron bajo candado por 20 años y no fue hasta el estreno de Jim y Andy que vieron la luz como un documental. Ese registro audiovisual, además de contar el proceso de creación de aquella película, bajo la dirección de Chris Smith, ahonda en su trayectoria artística.

En esa época, él era Kaufman: “Fue definitivamente otro nivel de compromiso. Tuve un comportamiento psicótico en algunos momentos porque no tenías que escuchar a Jim Carrey, Jim Carrey no existía en aquel momento”, explica el actor citado por Efe.

El canadiense se metió tanto en el papel que causó varios problemas a sus compañeros de trabajo, quienes inicialmente creyeron que se trataba de un sentido homenaje y no de una mimetización extrema. Carrey, incluso, llegó a olvidar quién era antes de la grabación.

Adrien Brody

Encarnar a Władysław Szpilman, en El Pianista, motivó a Adrien Brody a cambiar ciertos aspectos de su vida personal con el fin de palpar el sufrimiento que el músico polaco experimentó durante la Segunda Guerra Mundial.

Para lograr una actuación magistral en el filme de 2002, dirigido por Roman Polanski, él perdió varios kilos, pues debía lucir débil; como si rara vez comiera.

Sin embargo, hay más que un par modificaciones en apariencia. Su novia le terminó —publica Hipertextual— debido a sus repentinos y drásticos cambios.

El estadounidense abandonó su departamento y su auto para mudarse a Europa; también se obligó a practicar piano alrededor de cuatro horas por día para interpretar piezas de piano tal como lo hacía el superviviente judío.

La aclamada película le mereció un Óscar, pero Brody se metió tanto en la vida del protagonista que entró depresión y le tomó cerca de un año recuperarse.

Heath Ledger

Hace ya una década el mundo se despidió de Heath Ledger. El 22 de enero del 2008 falleció por una sobredosis accidental, en su apartamento en Manhattan (Nueva York). Ese mismo año, se estrenó The Dark Knight, de Christopher Nolan, en la que su interpretación del Guasón le mereció un Óscar póstumo.

Pero, ¿qué hubo detrás de su alabada actuación? Pues un encierro de aproximadamente 30 días en los que se dedicó a practicar, entre otras cosas, la voz adecuada para el Joker.

El australiano, quien además durmió muy poco durante el rodaje, también escribía un diario mientras estaba en personaje. En este apuntaba todos los pensamientos que se cruzaban por su mente de supervillano.

Una de las anécdotas más curiosas de la grabación involucra a Christian Bale. Ledger le pidió al intérprete de Batman que lo golpeara de verdad y con fuerza —según Hipertextual— “para que sus actuaciones fueran más intensas y reales. El resultado fue una de las mejores escenas en la historia del cine”.

Durante años se asoció su muerte a una depresión derivada de encarnar ese rol; sin embargo, su hermana lo negó de cara al estreno de I Am Heath Ledger, un documental sobre la vida del artista.

Leonardo DiCaprio

Con The Revenant, dirigida por Alejandro González Iñárritu, Leonardo DiCaprio por fin se obtuvo un Óscar, en 2016. Meterse en piel de Hugh Glass, el protagonista de la cinta, lo llevó a hacer cosas fuera de lo común como acampar en la jungla, comer carne de bisonte cruda —a pesar de ser vegano— y nadar en ríos congelados, publica Independent.

“Puedo nombrar 30 o 40 secuencias que fueron algunas de las cosas más difíciles que he tenido que hacer”, dijo a Yahoo Movies. Entre esas, destacó el haber dormido en las entrañas de un animal muerto.