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Buena Vida

Referencia. Muchas parejas disfrutan de la comida juntos.Pixabay

¿Por qué el amor ‘engorda’?

Todos desean relaciones estables en las cuales sentirse cómodos, pero el amor puede llevar a subir unos kilos de más, según un estudio.

En las relaciones de pareja es muy común que los primeros meses se documenten con esmero: desde las salidas al cine y hasta las cenas románticas.

Luego de cierto tiempo se suelen mirar esas imágenes y notar la sorpresa: la mayoría, en el transcurso del primer año de relación, tiende a subir unos kilos.

Es como dicen popularmente, “el amor engorda”. Y ahora esa frase es comprobada por la ciencia, de acuerdo con un estudio realizado por la empresa de investigación OnePoll para la compañía estadounidense de control de peso Jenny Craig.

Como parte de esta investigación, un aproximado de 2.000 personas fueron encuestadas. Los resultados: tres de cada cuatro habían ganado una media de 16 kilos desde que habían empezado su relación. La mitad de ese peso (8 kilos) lo habían adquirido durante su primer año de enamoramiento.

Los hombres fueron los que más cambios sufrieron durante este tiempo, pues siete de cada diez dijeron que aumentaron peso durante ese primer año, mientras que de las mujeres solo un 45 % aumentó el número de la balanza.

La mayoría de los de los encuestados culpó a las citas en las cuales había comida. El 41 % atribuyó los kilos de más a las cenas en restaurantes con su pareja, mientras que el 30 % a las largas tardes de cine en casa con su novio (a) en la que usualmente se termina pidiendo alimentos a domicilio y bebidas alcohólicas.

Otros de los factores que influyen en la subida de peso en las relaciones es la ‘comodidad de la relación’ que le quita la necesidad de cuidarse su cuerpo.

La doctora en Nutrición Cris Santurino, colaboradora en centros de terapia de parejas, dijo que es “un error pensar que el no tener la necesidad de atraer a alguien pueda hacernos sentir más relajados y llevarnos a comer alimentos menos saludables, más ricos en grasa y azúcar”.

Santurino explica que “al comer se liberan hormonas que nos hacen sentir mejor, como la serotonina (que está relacionada con nuestro estado de ánimo)”. De esta manera, “relacionamos ciertos alimentos con situaciones cotidianas como, por ejemplo, la celebración de un éxito o tener un mal día”.