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Buena Vida

¿Cómo hacer sentir bien a un adulto mayor?: Recomendaciones de expertos
El trato a los adultos mayores debe ser adecuado. Ignorarlos e evitarlos puede resultar en un acto de violencia silenciosa que no debería existir
La vejez no debería vivirse en silencio ni en soledad. Los adultos mayores representan un pilar emocional, cultural e histórico en las familias: son guardianes de memorias colectivas y transmisores de valores. Sin embargo, en la intimidad de muchos hogares, esta etapa de la vida es atravesada por el abandono, y una de sus expresiones más preocupantes es el descuido de su salud física y mental.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta que uno de cada seis adultos mayores en el mundo fue víctima de algún tipo de abuso durante el 2024.
Y peor aún, en la mayoría de los casos, estas situaciones no se denuncian, lo que perpetúa un patrón de invisibilización. Según la OMS, menos del 4 % de los casos de abuso contra adultos mayores llegan a conocimiento de las autoridades, debido al miedo, la dependencia económica o la normalización del maltrato.
En Ecuador, La Ley Orgánica de las Personas Adultas Mayores, vigente desde 2019, garantiza derechos como la atención prioritaria en salud, el respeto a su autonomía y la protección frente a toda forma de violencia. Sin embargo, el cumplimiento de esta normativa aún enfrenta desafíos.
“Pese a los avances legales, muchos adultos mayores aún enfrentan barreras estructurales como acceso limitado a servicios médicos, falta de programas inclusivos o discriminación por edad. El maltrato, además, no siempre es evidente”, explica la doctora María Mercedes Ganán, directora de Inteligencia Clínica de Ecuasanitas.

Desde el enfoque clínico, este tipo de maltrato puede presentarse en actitudes cotidianas, según Ganán: decisiones impuestas sin consulta, indiferencia emocional o exclusión de conversaciones importantes para la familia.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) estima que más de 1,3 millones de personas tienen 65 años o más en el país, un grupo que ha crecido de manera constante en la última década.
Sin embargo, según un informe del Consejo Nacional para la Igualdad Intergeneracional (CNII), muchos entornos públicos y servicios aún no están adaptados para una vejez activa y digna.
En América Latina, un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) reveló que más del 40 % de los adultos mayores no cuentan con una pensión contributiva, lo que los vuelve altamente vulnerables a la dependencia económica y al abandono.
En contraste, países como Japón, donde el 30 % de la población ya es mayor de 65 años, las políticas públicas han avanzado hacia modelos intergeneracionales.
Claves para cuidar con respeto la salud y la dignidad en la vejez
- Escuchar activamente sus emociones y opiniones: Validar su voz en las decisiones familiares es una forma concreta de fortalecer su autonomía y su bienestar emocional.
- Fomentar su participación social y comunitaria: Involucrarlos en actividades recreativas, culturales o de voluntariado ayuda a mantener su mente activa y su red de vínculos afectivos.
- Incentivar los lazos intergeneracionales: El contacto habitual con nietos y jóvenes favorece su salud mental y emocional, y ayuda a cultivar empatía entre generaciones.
- Atender señales de alerta emocional o física: Cambios bruscos en el ánimo, aislamiento, insomnio o pérdida de apetito pueden ser indicadores de maltrato o depresión.
- Garantizar acceso a una atención médica integral: Esto implica chequeos regulares, atención psicológica, terapias especializadas y seguimiento continuo en enfermedades crónicas.
- Adaptar los espacios para facilitar su autonomía: Pequeños ajustes en el hogar o en lugares públicos pueden marcar una gran diferencia en su movilidad e independencia.
- Cuestionar y eliminar estereotipos dañinos: Frases como “ya no puede” o “no entiende” perpetúan prejuicios que excluyen. Envejecer no es sinónimo de incapacidad.
- Formar y apoyar a quienes cuidan: Capacitar a cuidadores y familiares en un enfoque ético y afectivo asegura una atención más humana y respetuosa de sus derechos.
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