Exclusivo
Buena Vida
Consultorio Sentimental: "Mi hijo me alzó la mano"
Doña Esperancita no solo trata temas relacionados al amor, también de otra índole.
Me llamo Raquel, tengo 40 años y soy de Guayaquil. Soy madre de cuatro adolescentes. Llevo tres años separada de mi ex marido y durante todo este tiempo este hombre no ha hecho más que poner a mis hijos en mi contra. Les llena la cabeza de basura, les pide que me controlen y vigilen como si fuera una niña, además les da autoridad para que me juzguen, critiquen y condicionen por cada cosa.
El otro día mi hijo de 16 años se puso altanero, le di una bofetada y me alzó la mano. Se atrevió a darme golpes sin ningún reparo, luego llamé a la policía y salió corriendo a casa de su padre.
Me siento tremendamente mal; quiero a todos mis hijos por igual, pero no tolero lo que hacen conmigo. Soy quien está a cargo de ellos, hago las cosas en la casa, les lavo, cocino, sin embargo, no valoran nada y se ponen del lado del padre, quien es machista y posesivo. Si tomé la decisión de separarme fue porque no aguantaba tanta presión, estaba fastidiada de todo, principalmente de ese hombre que fue lo peor que me pasó en la vida. Necesito que me dé un consejo.
Lo que hizo tu hijo no tiene nombre. Es antinatural e inaceptable. Una madre no debe permitir este tipo de atropellos en su hogar. A tus hijos les falta corrección y de la dura, porque llegar a levantarte la mano sobrepasa cualquier tipo de límite. Muchas veces así empiezan, luego llegan hasta atentar contra la vida de quien les dio la vida. El error de muchas mamás es que confunden la confianza con dejarles hacer lo que les da la gana. Hay que entender que hay patrones en la vida y el papel de una madre no es el mismo que el de una hermana. Debes ponerte fuerte y enseñarles lo que es el castigo ejemplar, solo así podrán ser personas de bien. Al parecer, la actitud del padre está interfiriendo en ellos, les está sembrando odio y rechazo hacia ti. El hombre machista casi no razona y hace las cosas por impulso. Pero para todo hay un freno. Si continúan las agresiones, toma cartas en el asunto y denuncia al verdadero autor de todo esto, el padre de los chicos. No te quedes tranquila ante tales actos repudiables. ¡He dicho!
