A muchos les ha pasado que al ingerir una pastilla —ya sea por recomendación o simplemente por confiar en ella— rápidamente muestran una mejoría en su vitalidad. Pero, ¿qué pasa cuando esos medicamentos no tienen realmente ningún componente y solo nos sentimos mejor por pura ‘fe’?

A este fenómeno se lo conoce como el ‘efecto placebo’.

Según la ciencia, se trata de aquella sensación positiva y beneficiosa producida por un placebo, un elemento que por sí mismo no tiene un efecto curativo en la problemática que se está tratando.

Es decir, la sustancia o tratamiento no posee cualidades que produzcan una mejoría en los síntomas, pero el hecho de que se está recibiendo un tratamiento provoca la creencia de que se va a mejorar, cosa que por sí misma estimula la mejoría.

En un artículo realizado por el portal Hipertextual, se considera que el término placebo no se limita únicamente a sustancias inertes que pueden ser ingeridas, inyectadas, inhaladas o aplicadas en la superficie externa del cuerpo, sino que también puede aparecer bajo tratamientos psicológicos, cirugías u otras intervenciones.

¿Cómo funciona?

El funcionamiento de éste fenómeno según un artículo de diario El País, se explica a nivel psicológico por dos mecanismos básicos: el condicionamiento clásico y las expectativas.

En primera instancia, el enfermo que recibe el placebo tiene la expectativa de recuperarse, esto en función a la historia de aprendizaje adquirida a lo largo de su vida, por lo cual generalmente se produce una mejoría a raíz de un tratamiento.

Por otro lado, las expectativas condicionan la respuesta al tratamiento, favoreciendo la respuesta de recuperación de la salud. A mayor expectativa de mejora, mayor es el efecto del placebo, con lo que el condicionamiento será cada vez mayor. Eso sí, para que funcione correctamente el primer paso debe ser exitoso.

¿Qué tanto podemos sugestionarnos por el efecto placebo?

Este fenómeno no es imaginario; se da realmente una mejoría en el estado psíquico o incluso físico, es decir, que en muchos casos es comprobable objetivamente y genera cambios físicos, aunque estos no suelen ser radicales.

Según la información de Hipertextual, la mente del ser humano es muy frágil y muchas veces efecto placebo puede usarse con fines negativos como convencer a la gente de productos milagrosos, muchas veces estafándolos.

Realmente no se puede dar una cifra exacta hasta qué punto un individuo se puede dejar llevar por las creencias de los demás. Lo cierto es que el efecto placebo existe y muchos doctores lo catalogan como un mito psicológico de las personas.