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A dormir juntitos, pero de repente

Está bien que el niño descanse eventualmente con sus padres, pero hacerlo una costumbre puede generar inseguridad en el menor. Y si descuida su relación de pareja pueden surgir ‘pitos’

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Si es temporal es recomendado para afianzar vínculos con tus hijos, pero si es un hábito, este podría causar dependencia y sobreprotección.Archivo Shutterstock

¡No hay cama pa’ tanta gente! Para un hijo sí hay ‘chance’, pero de manera ocasional, pues hacerlo fortalece el vínculo y los recuerdos afectivos.

El problema es cuando los padres desplazan su rol de pareja y se centran en ser únicamente progenitores, lo cual es nocivo porque la relación se alimenta de momentos y expresiones de cariño, y si deja de existir vida sexual es probable que se deteriore con el tiempo, manifiesta la psicóloga y psicoterapeuta Carol Obando.

Su colega David Jarrín indica que el origen real de los conflictos en una pareja se encuentra en una comunicación deficiente o insuficiente. El problema no es el niño dentro de la pieza.

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“Si él o ella desea retomar la intimidad, está en su derecho de expresarlo, y el otro debe abordarlo madura y conciliadoramente, llegando a acuerdos”, sostiene el experto, quien añade que hay casos en los que se ‘cola’ la sobreprotección. Allí ya no se habla de cuidado, sino de la limitación del infante en su capacidad de valerse por sí mismo.

Los miedos del ‘pelado’

Si dormía en su cuarto y de un momento a otro no quiere hacerlo más, identifiquen el motivo, porque él podría experimentar ansiedad frente a algo, y hay que preguntárselo al pequeño, sugiere Obando, quien explica que los miedos son diversos y dependen de la edad.

“A un niño de 1 a 3 años le aterra la idea de que los padres lo abandonen. A los de 4 y 5 años les asustan las máscaras y sombras. Entre los 7 y 10 pueden atemorizarles las inyecciones, sangre y muerte. No anules esta emoción, gestiónala. Si se queda en tu cama, no has tratado el problema de fondo”, dice.

Utiliza recortes o el disfraz favorito de tu hijo y hagan juntos un cuento en el que el superhéroe vence al miedo (monstruo, sombra, etcétera). Si le teme a la oscuridad, disminuye la luz paulatinamente, aconseja la especialista.

Extratips

  • Explícale de manera sencilla que ha crecido y que es capaz de dormir solo. Hazle saber que aunque ya no comparten la cama, están cerca y atentos de que duerma cómodo y seguro.
  • Las reglas claras y que se cumplan. Por ejemplo, que el niño se vaya a su cuarto a determinada hora. Si uno de los dos padres desautoriza al otro, el niño entrará en un conflicto emocional y no sabrá qué hacer. Esto en el futuro puede causarle problemas en seguir instrucciones y en tomar decisiones.
  • Los hábitos benefician a todos. A veces ellos terminan en la cama de sus padres porque estaban viendo TV y se durmieron. Por eso crea una rutina a la hora de ‘ruquear’. Les ayudará a tener un orden: ponerse la pijama, cepillarse los dientes, despedirse y a su cuarto.
  • Adecúa su dormitorio a su gusto es estratégico. Genera sentido de pertenencia en el chico, que él escoja las sábanas que quiera usar, rodéalo de sus juguetes favoritos. Que sepa que ese es su espacio y que hay muchas ventajas de tener su cuarto propio.
  • Dormir los tres en la misma cama puede resultar incómodo y ninguno descansará bien. Al día siguiente pueden levantarse agotados y no rendir en el trabajo y estudios.
  • Si él siempre duerme con ustedes, su concepto frente a la pareja será de padres y no de esposos. Y cuando crezca no considerará importante ver al otro como cónyuge, sino solo como cuidador.
  • Si se despierta y se ‘cola’ en su cama, acompáñelo de regreso a su pieza. Si hace esto reiteradamente, pueden destinar 15 días al siguiente proceso: verifica a qué hora se levanta (suele ser casi siempre la misma). Cuando tengas claro el horario, pon una alarma 15 minutos antes y despierta a tu hijo acariciándolo y él, al verte, volverá a dormirse. 
"El motivo más común por el cual su hijo entra a su habitación es por la lactancia, pero él puede dormir solo desde los cuatro meses de vida”.Carol Obando, 
psicoterapeuta y psicóloga 
"El objetivo no deberá ser sacarlo de la cama de los papás, sino que el niño vaya desarrollando una autonomía acorde a su edad y crecimiento”.David Jarrín, psicólogo clínico