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Buena Vida

“Chone perdió a un hijo”
Ocho mil sucres le pagaron por su primer presentación en ese cantón manabita, del que se quedó enamorado. Marlon Vera y Camila Marañón han llevado su ritmo hasta el exterior.
Ocho mil sucres le pagaron por su primer presentación en Chone, del que se quedó enamorado. Hoy personalidades cuentan como Marlon ‘Chito’ Vera y Camila Marañón su ritmo los ha acompañado hasta el exterior.
Asimismo, Ítalo Delgado y Dolores Ibarra recuerdan a Don Medardo. Ellos destacan sus primeros pasos en lo que sería una exitosa carrera como músico y lo que su legado significa para Ecuador.
Lo contrató para su primera presentación
Los altoparlantes y carteles en Chone anunciaban el baile popular, de esos en los que los zapateos hacían levantar el polvo y duraban hasta el amanecer. La primera feria ganadera del cantón se realizó en 1971 y presentaba con bombos y platillos a una recién nacida orquesta: Don Medardo y sus players.
Eso fue todo. El ritmo pasó en el cuerpo de los chonenses como una correntada eléctrica que llegó hasta el corazón de Medardo Luzuriaga. “Desde ese día, él no se despegó de Chone”, dice Ítalo Delgado, con la voz pausada por el tiempo.
Sus 85 años hacen que sus pensamientos se escondan dentro de su mente, pero cuando le nombran al lojano, inmediatamente sonríe y regresa en el tiempo, cuando era muchacho y lo conoció en Quito.
Ni Ítalo era empresario artístico ni Medardo era músico, pero se hicieron grandes amigos, recuerda el chonense de cabello blanco, con la mirada clavada en un piano que decora su amplia vivienda.
Se levanta y con pasos cortos y pausados se dirige al instrumento. Sus dedos tocan unas cuantas teclas, revelando que también fue músico, pero las pulsadas solo levantan el polvo y emiten un eco disonante.
“Aquí nos amanecíamos cantando. Por esas noches de bohemia me hice músico”, interrumpe Fabricio Delgado el minirecital desafinado.
El hijo de Ítalo, líder de la orquesta tropical Karapashow, precisa los frágiles recuerdos de su padre y confirma que aquella primera presentación de Don Medardo, con la cual se ganó ocho mil sucres, fue la que inició el vínculo entre el artista y Chone.
“Lo contrataron por cinco horas y se quedó 10, no cobró el tiempo extra”, precisa Fabricio. Desde ese entonces, no había fiesta cantonal en la que no se escuchara su voz. “Chone perdió a un hijo”, finaliza.
La gente iba en estampida solo para saludarlo
No hacía falta ni que anunciara su llegada al Comedor Lolita. Cuando Dolores Ibarra veía cómo un montón de gente protagonizaba una estampida que se dirigía al puesto de comida de su mamá ya sabía que entre la multitud aparecerían Medardo Luzuriaga y sus músicos. “Esto era una locura, se llenaba de gente que quería saludarlo”, evoca la profesora, de 55 años, que recalca ser hija de una de las mejores cocineras que ha tenido Chone.
De eso siempre dio fe Don Medardo, que religiosamente iba al negocio de doña Ángela Loor cada que llegaba al cantón a alguna presentación. La boca se le hacía agüita al músico, con solo oler el hervor que emanaban las enormes ollas repletas de viche de camarón.
Diómedes Alcívar, el padrastro de Dolores, a quien cariñosamente conocen como Lolita, lo alojaba en su domicilio, donde doña Angelita le ‘endulzaba’ el paladar y se comía hasta el raspado de la olla.
El cariño del lojano hacia la familia Alcívar Loor fue tan grande que en uno de tus temas le dejó un saludo grabado para la eternidad. “En el mercado, mi amigo”, recita en una parte de la Cumbia chonera. De hecho, cuenta Lolita, que cuando su mamá falleció, hace 30 años aproximadamente, el músico dejó todo para viajar hasta Chone y rendirle un homenaje a quien no solo había llenado su estómago, sino también su corazón.
“Chone perdió a un músico extraordinario, porque como él mismo decía: ‘Manabí fue la que me abrió las puertas’”, reitera y se pausa para evitar las lágrimas.
Ella cree que Medardo sembró en esa provincia y ha recogido una buena cosecha. Está segura de que no solo en Chone aquel hombre es una leyenda que simboliza la unión y la alegría sino también en todo el país.
¿Qué tienen en común un peleador de artes marciales mixtas y una reina de belleza?
Aunque sus ocupaciones parezcan distanciar a Marlon ‘Chito’ Vera de Camila Marañón, ambos no solo tienen como común denominador la tierra que los vio nacer sino también que se les eriza la piel cuando escuchan la cumbia melodiosa que Don Medardo y sus players le dedicó a Chone.
Chito Vera es el primer ecuatoriano en pisar el octágono de la Ultimate Fighting Championship (UFC), la mayor empresa de artes marciales del mundo.
Antes de enfrentarse a sus rivales, confesó a EXTRA, reproduce la Cumbia chonera. Por su profesión, vive en Estados Unidos y no lo considera una cábala pero es una forma de no olvidar sus raíces.
Su coterránea Camila, Miss World 2015 y quien llegó hasta el top 20 de ese concurso internacional en 2015, también llevó hasta China la misma canción para su participación de danza.
Ambos lamentaron el fallecimiento de Medardo Luzuriaga, líder y fundador de la primerísima orquesta del Ecuador pero creen que su vida dejó un legado musical inigualable para Manabí, aunque él es oriundo de Loja.
En Chone, el cariño de su gente por el músico se siente en cada rincón y según algunos de sus habitantes más antiguos hasta lo llamaban de cariño Tío Medardo.