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Buena Vida
5 experiencias que te enseñarán que ejercitarse no es tan fácil como parece
Tener una buena figura se ha convertido en el objetivo de muchos, quienes han encontrado en el ejercicio físico una alternativa optima para conseguirlo. Aquí te mostramos las experiencias de personas que demuestran que ejercitarse puede ser toda un pro
Cada vez son más quienes se suman a la tendencia fitness y aunque a simple vista parece sencillo conseguir un ‘cuerpazo’, la realidad es completamente distinta. Para empezar se debe tener fuerza de voluntad, ganas y determinación para poder acoplarse a los cambios en el régimen alimenticio y sobre todo, para soportar las extensas y dolorosas rutinas de ejercicios.
Ir al gym o practicar algún tipo de actividad física, no solo se trata de lucir un buen atuendo y escuchar buena música cuando te ejercitas, también implica realizar una serie de sacrificios mientras dura el proceso de adquirir un cuerpo tonificado.
Durante ese lapso, suelen ocurrir varias situaciones que de seguro ni te imaginabas que pasaban, aquí te mostramos una recopilación de experiencias que reflejan el precio de llevar una vida fitness.
“Desde que me ejercito me han pasado varías cosas. Una vez saltando la cuerda sin querer me azoté tan fuerte en las piernas que me quedaron marcadas, parecía que me hubieran dado latigazos. Otro día mientras realizaba sentadillas con una llanta, me tropecé y caí dentro de ella, todos se rieron y me puse roja de la vergüenza. A pesar de mis tropiezos sigo yendo al gimnasio y por cierto, ayer me volví a caer”, María Molina 24 años.
“Un día mi coach me puso hacer sentadillas y al momento que me agaché a hacerlas se me rompió la licra, fue vergonzoso porque todos los que estaban atrás de mí se dieron cuenta. Finalmente, tuvieron que prestarme un abrigo para ponerme encima para poder irme a mi casa”, Johana García 23 años.
“En una ocasión una amiga me invitó a ir al crossfit, yo nunca había hecho ejercicios, pero accedí a acompañarla porque me gustaba. Antes de ir fuimos a comer, ella me advirtió que no coma antes de ejercitarme, pero no le hice caso. Cuando llegamos, me puse a alzar pesas y no pasó mucho tiempo cuando empecé a sentir dolor de estómago y vomité todo el piso. No sabía donde esconderme, me sentía súper mal. Ella me ayudó a limpiarme y me acompañó a casa, desde ese día no la he vuelto a ver, Cristian Camacho, 23 años.
“La primera vez que fui a un gimnasio empecé a hacer ejercicios en cada máquina que veía, según yo eso me ayudaría a bajar más rápido de peso. Ese día no sentí molestia alguna y pensé que era mentira eso de que cuando haces ejercicios te duele el cuerpo. El siguiente día cuando me desperté, no podía ni moverme, me dolía cada músculo de mi cuerpo, no podía ni sentarme en el inodoro, tuve hacer pipi parada, fue horrible y lo más triste es que vivo en un tercer piso y bajar las escaleras se convirtió una pesadilla, hasta lágrimas me costó “, Joselyn Morales, 20 años.
“Por querer hacerme la fuerte, cogí una pesa y le puse 20 libras en cada lado y a lo que intenté subirla el pesó me venció y me caí, lo peor era que el gym estaba lleno, todos se morían de risa por lo que me había pasado, tuve un dolor de espalda que me duró 5 días”, Cynthía Mera, 23 años.