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Buena Vida

¡El cielo se iluminó!
Redacción Guayaquil
Y de pronto el cielo se llenó de luz con un destello súbito y potente, unos diez segundos antes del temblor que el sábado sacudió el país. La confusión invadió a los testigos, mientras las especulaciones se multiplicaban en las calles, así como en las redes sociales.
Cuentan los que lo presenciaron que la ráfaga lumínica multiplicaba “por cincuenta la intensidad de un relámpago”, que incluso “cegaba”. Sin duda fue un aviso de lo que estaba por venir y que pronto se convirtió en debate ante el desconocimiento general de un fenómeno que tiene su explicación científica.
Cuando se escuchan reportes sobre movimientos sísmicos se suele hacer mención al comportamiento de los animales antes de dichos fenómenos. Ladridos de perros o gatos corriendo suelen ser la antesala de las tragedias.
Es uno de los tópicos que muchas veces se consideran leyendas urbanas, pero lamentablemente los ecuatorianos han comprobado que son ciertos. A ellos se añaden esas extrañas ráfagas, denominadas ‘luces de terremoto’.