La crisis eléctrica de 2024 en Ecuador nos recordó lo dependientes que somos de la electricidad en nuestra vida diaria. Desde iluminar nuestras casas hasta hacer funcionar electrodomésticos, la energía eléctrica es indispensable. Sin embargo, el cobre, un elemento clave para transportar esta electricidad, es un recurso limitado y costoso. Por eso, científicos de todo el mundo han buscado alternativas que revolucionen la forma en que distribuimos la energía.

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Ahora, un avance tecnológico podría marcar un antes y un después: la electricidad inalámbrica. Gracias al proyecto Persistent Optical Wireless Energy Relay (POWER) de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de Estados Unidos (DARPA), se ha logrado enviar electricidad sin cables a largas distancias, un experimento que parece sacado de una película de ciencia ficción.

Un rayo láser para llevar electricidad a kilómetros de distancia

En una prueba realizada en el Campo de Pruebas de Misiles White Sands, Nuevo México, los investigadores lograron transmitir más de 800 vatios de electricidad a un receptor situado a 8.6 kilómetros de distancia, utilizando un rayo láser infrarrojo. Esta cantidad de energía es suficiente para hacer funcionar un microondas con normalidad.

La tecnología funciona enviando luz láser hacia un espejo que redirige el haz hacia células solares especializadas, capaces de convertir esa luz en electricidad. Así, la electricidad puede transmitirse a través del aire sin necesidad de cables ni tendidos eléctricos tradicionales.

El futuro de la energía: sin cables y sin límites

Aunque este avance está todavía en una fase experimental y le falta camino para llegar al mercado, sus implicaciones son enormes. Esta innovación podría eliminar la dependencia de cadenas de suministro de combustible y reducir la necesidad de costosas infraestructuras eléctricas, especialmente en zonas remotas, regiones en conflicto o áreas afectadas por desastres naturales.

La electricidad inalámbrica podría cambiar la forma en que accedemos a la energía, haciendo que llegue a lugares donde hoy es imposible o muy complicado hacerlo. Además, representa un gran paso hacia un futuro más sostenible y tecnológicamente avanzado.

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