Mariella Toranzos Narváez, Guayaquil
Había algo para todos, para los amantes de la música, el teatro, las artes plásticas, hasta para los ‘buen diente’, con exposiciones gastronómicas. El ‘Funka Fest’ congregó desde las 17:00 del pasado viernes a cientos de personas de Guayaquil, Quito, Cuenca y Loja.
El Palacio de Cristal fue el escenario para este festival que a criterio de Alicia Weber “es una experiencia superchévere”.
La urna sur del sitio se transformó en una amplia sala teatral con distintas habitaciones en las que actores y dramaturgos pusieron en escena obras cómicas y dramáticas, entre ellas la premiada Mia Bonita, de corporación Zona Escena.
En la urna norte, en cambio, cientos de personas ingresaron para ver las obras de arte que el jurado del festival seleccionó para la ocasión.
La exposición, titulada ‘Desde el río es otro el paisaje’, contó con piezas de artistas nacionales y extranjeros, entre ellas la obra sonora ‘Sinfonía 24’, de Carolina Boettner y Victoria Lazcano (Argentina y España) que consta de 24 parlantes que emiten sonidos de ciudades que representan los husos horarios del mundo, además de la muestra fotográfica ‘Vecindades’, del guayaquileño Vicho Gaibor.
El mercado de las artes, ubicado en la plazoleta, contó con la participación de artesanos de distintas partes del país.
En medio de ello, los asistentes miraban los productos o se sentaban en las mesas distribuidas a lo largo del sitio para disfrutar de un bocadito, una cerveza o incluso de un coctel del licor nacional Solbeso, cuya acogida sorprendió incluso a los propios expositores por las largas colas que se formaron en el stand.
“Ya era hora de que Guayaquil tuviera un evento de esta magnitud como hay en Bogotá o en Santiago”, dijo Alicia.
Con ella concordó José David Márquez, quien añadió que el festival debe convertirse en un evento fijo en la agenda de actividades de la urbe.