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Buena Vida
¿Por qué te cuesta tanto abandonar el Facebook?
Hay algo denominado “efecto red” que consiste en algo sencillo: cuantas más personas usan un producto o servicio es más valioso. Que mejor ejemplo que el propio Facebook, que cuenta con millones de usuarios en línea y se ha vuelto casi una ‘necesidad’.
De todas la nuevas ‘necesidades básicas’ de esta era, podemos destacar a las redes sociales. Se las podría calificar como ‘un mal necesario’ tanto para jóvenes e incluso adultos; todos quieren estar, por ejemplo, en Facebook.
La red social fundada en 2004, según recoge su sitio web, tiene la misión de “dar a las personas el poder de construir una comunidad y acercar el mundo” ayudándolos “a mantenerse en contacto con amigos y familiares, para descubrir lo que sucede en el mundo y para compartir y expresar lo que les interesa”.
De acuerdo a las estadísticas que maneja la red social, la plataforma cuenta con:
- Un promedio de 1,47 mil millones de usuarios activos diarios hasta junio de 2018.
- 2.23 mil millones de usuarios activos mensuales al 30 de junio de 2018.
Esto quiere decir que somos (con excepciones) más dos mil millones de ‘adictos’ al Facebook, pero ¿cuál es la razón de este vicio de estar ‘prendido’ a la computadora o al celular?
Hay algo denominado ‘efecto red’ que consiste en algo sencillo: cuantas más personas usan un producto o servicio es más valioso. Que mejor ejemplo que el propio Facebook, que cuenta con millones de usuarios en línea y se ha vuelto casi una ‘necesidad’, haciendo al mismo tiempo difícil despegarnos de él.
Imagina que solo tú tengas cuenta en Facebook y no tengan ninguno de tus familiares y/o amigos; ¿te serviría de la misma forma si fueras el único en la red social?, ¿Con quién te comunicarías?, ¿Qué mismo haría en la plataforma?... Quizás en ese escenario podrías desechar tu ‘Face’ pero la realidad es otra.
Otra consecuencia del efecto red es que se crea una competencia desleal. ¿Cómo? A otras empresas, servicios, o productos se les complica atraer consumidores a su propuesta la cual no es vista como atractiva.
Ahora pregúntate esto: ¿Has encontrado otra red social parecida y que ‘enganche’ más que el ‘Face’?
Por ahí quizás digas Instagram, o Twitter, tal vez Snapchat, pero al ‘final del día’ todos volvemos al Facebook...
‘Bendito’ Facebook
En la plataforma de Mark Zuckerberg podemos hacerlo (casi) todo: buscar a nuestros amigos y contactarlos, leer noticias de los medios que seguimos, ver que hace la competencia de nuestra empresa, buscar los bares y restaurantes para ir a consumir alimentos y bebidas, entre otras cosas más.
A esto se suman las aplicaciones que podemos usar accediendo por medio de nuestra cuenta personal. Imagina qué difícil desecharlo de nuestra vida...
Un artículo de la revista digital Wired explica en un artículo que además del efecto red que tenemos con el ‘Face’ hay tres factores adicionales y fundamentales que nos dan las redes sociales: conexión, contenidos, y prestigio social.
El investigador de marketing, Sangeet Paul Choudary, señala en la publicación que al ser seres sociales, nos importa que piensen de nosotros los demás. Sin embargo hay un ‘Yin Yang’ de efectos: nos creemos fácilmente lo bueno, pero nos afecta más lo malo.
El efecto red, ¿tiene fin?
Aunque suene contradictorio, son los mismos usuarios quienes pueden acabar con este síntoma. ¿Cómo? El efecto puede tornarse negativo cuando demasiadas personas usan el servicio.
En el caso del Facebook, que genera mucho ruido (fake news, filtración de información personal, hackeos, etc), nos lleva a considerar y preguntarnos si en realidad nos sigue siendo útil.
Sin embargo cada usuario es un mundo, y tendrá sus razones para mantener el efecto red y el ‘Face’ en sus vidas...