Buena Vida
El síndrome de la mala madre
Olvida antiguas técnicas de cómo educar a los niños y cámbialas por actualizadas tácticas de salud emocional que la psicología ha desarrollado.

De cada 10 mamás, 6 han sido criticadas por sus prácticas de crianza.
Los tiempos cambiaron y la sociedad fue incorporando en sus áreas laborales a las mujeres. A pasos agigantados han superado las expectativas que el mundo tenía de ellas e incluso intercambiaron roles con el hombre.
Pero lastimosamente aún se escuchan comentarios errados, acompañados de viejas costumbres, que etiquetan a la mujer como “mala madre’’, por ser mamá, esposa, amiga, hija y trabajar a la vez.
Entonces, ¿qué es ser buena madre? Para muchos, es caer en sumisión en el hogar y renunciar a todo lo que sea para ella.
Es un concepto equivocado, que nuestros abuelos diseñaban para las féminas desde muy jóvenes, cuando atender al esposo y educar a los hijos era lo primordial.
No obstante, aquella época pasó y buscar los medios para progresar no te convierte en mala madre, siempre y cuando organices tus aspectos sociales, lo que no te hará una madre perfecta pero sí una mujer feliz.
Los mayores críticos
Muchas veces los grandes críticos se encuentran en el entorno familiar, como:
- Los abuelos del infante.
- Los suegros.
- El esposo.
Temas más juzgados
- Alimentación.
- Sueño.
- Amamantar vs biberón.
- Cuidado infantil.
- Educación.
Cómo enfrentarlo
Las diversas exigencias que afrontan las mujeres a diario provocan el sentimiento de estar fallando y tienden a caer en la necesidad de compensarlo por medio de regalos a sus hijos. Aquí te recomendamos algunas opciones para asumir roles y evitar el síndrome de la mala madre:
1. No existe la persona perfecta.
2. Respeta tu tiempo y hazlo respetar.
3. La maternidad es valiosa, pero no lo único.
4. Los hijos no necesitan madres perfectas, pero sí buenas madres.
5. La calidad de tiempo es más importante que la cantidad.
La experta dice
Daymari Campo (máster en Psicología Clínica)
“Muchas veces el hombre solo se limita a criticar que la casa está sucia, si los niños han comido, y no reflexionan del poco tiempo que su mujer tiene para realizar todas las actividades del hogar. Es importante que el esposo coopere y ambos planifiquen sus labores, junto a sus hijos, para que a medida que crecen puedan sumarse a ellas. Una madre puede mejorar su calidad de vida siempre y cuando exista una buena comunicación con su familia’’.