SUSCRIBIRME POR $1/ 1 MES

Exclusivo
Buena Vida

¿Existe el agotamiento emocional?

Duermes tus ocho horas, pero no te sientes renovado. La sensación de pesadez y fatiga podrían ser las señales de que algo no anda bien.

Duermes tus ocho horas, pero no te sientes renovado. La sensación de pesadez y fatiga podrían ser las señales de que algo no anda bien.

Contrario a lo se piensa, el desgaste emocional es real y afecta al desempeño de las tareas diarias. El estudio publicado en 2015 define a este tipo de cansancio como “la pérdida progresiva de energía”, además de ser uno de los tres componentes del síndrome burnout, mismo que se origina por exceso de trabajo y estrés.

Existen cuatro niveles de burnout en los que el agotamiento emocional puede ocasionar estragos:

Leve: cansancio, dificultad para levantarse a la mañana.

Moderado: cinismo, aislamiento, suspicacia, negativismo.

Grave: ausentismo, aversión, abuso de alcohol o drogas.

Extremo: aislamiento muy marcado, colapso, cuadros psiquiátricos, suicidios.

Ya sean quejas, cansancio y apatía, estos síntomas van terminando con tu ‘batería interna’. La BBC recogió el testimonio de la investigadora Anna Katharina Schaffner, quien decía padecer de un cansancio extremo que incluso estaba afectando su vida.

Palabras como desilusión, desesperanza y desencanto, no pasaron por alto a la hora de describir sus sentimientos. Schaffner incluso escribió un libro donde cuenta su experiencia lidiando con la falta de energía con el título de Agotamiento emocional: una historia.

La BBC también menciona el papa Benedicto XVI y hasta Mariah Carey, son algunas personalidades que han sufrido de este tipo de cansancio.

¿Quién tiene la culpa?

Primero es indispensable que identifiques cómo te sientes. Si estas cansado sería bueno que te preguntes la razón. Pese a que el agotamiento emocional está —como ya se mencionó antes— muy relacionado con el trabajo, este no es el único culpable. La sobrecarga de responsabilidades y presiones de cualquier tipo pueden llevarte al límite.

Varios estudios plantean al estrés crónico —producido por el trabajo— como el culpable de este agotamiento. Ansiedad, enfado, suspicacia, agresividad verbal o física, fatiga, desaliento, miedo, enojo, aislamiento y enfermedades somáticas, así como trastornos en la organización debido a actitudes negativas hacia los compañeros, problemas de adaptación al rol o a la actividad desempeñada, pueden hacerse presentes como síntomas.

A tomar aire

La solución aunque parece sencilla no lo es. Schaffner señaló para la BBC que “las curas para el agotamiento son específicas. Tienes que saber lo que consume tu energía y lo que la restaura”.

Un buen inicio para empezar a recobrar fuerzas puede ser el tan sonado mindfulness.

La Sociedad Mindfulness y Salud de Argentina indica cómo lo puedes practicar en el trabajo:

- Respiración

Mientras esperas el bus solo ponte pilas con tu respiración y trata de conectar las sensaciones del cuerpo, la postura y sobre todo las tensiones.

-Pilas

Cuando llegas al trabajo toma conciencia e inicia con la mente positiva.

-No al estrés

El estrés hace que baje tu energía. Cuando estés sentado en tu escritorio relaja las tensiones innecesarias.

-La comida es importante

Aunque relacionarte con tus compañeros siempre es importante. Almorzar solo y en silencio ayudará a que te mantengas relajado y atento a tus emociones.

-Adiós trabajo

Cuando por fin terminas tus tareas laborales debes ser consciente que tus responsabilidades terminaron, así llegarás a casa con menos carga emocional.