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Diario Extra Ecuador

¿Por qué las fiestas nos entristecen? El impacto emocional de diciembre y cómo afrontarlo

Diciembre no es feliz para todos. Descubre por qué las fiestas de Navidad y fin de año generan estrés y cómo cuidar tu bienestar emocional

Especialistas advierten que la tristeza en Navidad puede tener diversas causas, desde factores emocionales hasta circunstancias personales.

Especialistas advierten que la tristeza en Navidad puede tener diversas causas, desde factores emocionales hasta circunstancias personales.123rf

Diego Alfonso Alvarado Franco

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Diciembre suele asociarse con reuniones familiares y alegría, pero para muchas personas es un mes emocionalmente complejo. Las pérdidas, la soledad, los conflictos familiares y el agotamiento se intensifican en una época marcada por la presión social de “estar bien”.

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Esta realidad se refleja en los datos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de una cuarta parte de la población mundial vive con sentimientos persistentes de aislamiento.

A ello se suma que, de acuerdo con la American Psychological Association (2023), el 89 % de los adultos experimenta estrés durante las fiestas y el 41 % se siente más estresado que en otras épocas del año.

Emociones que se intensifican en fiestas

Aunque las celebraciones se asocian con unión, muchas personas atraviesan estas fechas con nostalgia, ansiedad o tristeza. Frente a ello, la doctora María Mercedes Ganán, directora de Inteligencia Clínica de Ecuasanitas, enfatiza la importancia de reconocer lo que se siente: “Hay emociones difíciles que se intensifican durante las fiestas, y lo primero es no negarlas”, señala.

La especialista destaca que el acompañamiento emocional puede marcar una diferencia: “Acompañarse, recibir apoyo, incluso practicar el autoabrazo como forma de autorregulación, puede marcar una diferencia real en cómo transitan esta época”.

La autorregulación de emociones es relevante durante este mes de diciembre.

La autorregulación de emociones es relevante durante este mes de diciembre.Pexels

Durante diciembre también se activa una fuerte comparación social, especialmente a través de redes sociales. Desde Ecuasanitas recuerdan que el bienestar emocional no depende de cumplir un ideal festivo, sino de priorizar lo que hace bien a cada persona.

En ese sentido, la doctora Ganán subraya que “no se trata de cumplir expectativas ajenas o forzar la alegría”, sino “de preguntarse qué hace bien a nivel emocional y cómo crear momentos significativos sin presiones externas”. Ajustar compromisos y bajar el ritmo, añade, “también es una forma de bienestar”.

Emergencias y malestares en aumento

El impacto de las fiestas también se refleja en la salud física. Según reportes del sistema nacional de emergencias, en el último diciembre se gestionaron cerca de 300 mil alertas en el país. Solo entre el 24 y 25 de diciembre, el ECU-911 recibió más de 19 mil notificaciones por emergencias.

El aumento se relaciona con el consumo excesivo de alimentos, bebidas de origen dudoso, cambios en la rutina y mayor circulación de virus respiratorios.

Durante las últimas semanas del año se incrementan las consultas por problemas digestivos. La doctora Paulina Gerka, especialista en medicina interna de Clínica Internacional, explica: “En esta época vemos más casos de irritación estomacal y molestias digestivas”, que “muchas veces no se deben a enfermedades, sino a hábitos propios de la celebración que se pueden prevenir fácilmente”.

También aumentan las intoxicaciones alimentarias y los cuadros respiratorios, favorecidos por reuniones masivas y defensas debilitadas.

A la carga física se suma el estrés emocional propio del cierre de año. Para Gerka, “es importante reconocer que el bienestar emocional también es salud”, y recuerda que “pausar, descansar y buscar apoyo cuando sea necesario puede prevenir crisis que se agravan durante estas fechas”.

¿Qué pueden hacer las personas en esta época de diciembre?

  • Aceptar lo que se siente: la tristeza, la ansiedad o la nostalgia son emociones válidas y no necesitan ser reprimidas.
  • Buscar contacto humano real: una conversación sincera o un gesto amable reconectan más que cualquier regalo.
  • Practicar el autocuidado: descansar, bajar el ritmo y desconectarse de redes sociales cuando sea necesario.
  • Establecer límites sanos: no todos los compromisos son obligatorios; decir no también es cuidarse.
  • Buscar apoyo profesional a tiempo: hablar con un psicólogo puede ayudar a gestionar emociones y prevenir complicaciones.

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