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Diario Extra Ecuador
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  A lo largo de nuestra vida, la forma en que nos alimentamos influye directamente en nuestra salud, estado de ánimo y energía. Más todavía en un recién nacido, quien inicia su etapa de crecimiento y adaptación al mundo, fuera del vientre de su madre. Los nutrientes que el neonato reciba en sus primeros meses y posteriores años serán la clave para un desarrollo equilibrado y mantenimiento de su salud.  Lactancia y alimentación complementaria La doctora Marcela Mendoza, especializada en pediatría, afirma que hoy en día la duración de la lactancia depende del lugar, cultura o corriente a la que se pertenezca. Ella en principio recomienda que se mantenga hasta el año y medio, pero afirma que hay movimientos que la aceptan o apoyan hasta los tres años o incluso más.  “El paso del consumo de leche (ya sea por medio de la lactancia o del biberón, debido a condiciones que no le permitan a la madre proveerla) a otros alimentos, es un proceso. No es algo que se implementa de la noche a la mañana, es decir, idealmente a partir del año y medio se comienza a introducir la alimentación complementaria como compotas, papillas, sopas o frutas. Así iniciaría la etapa del ‘destete’, nombre con el que se conoce el fin de la lactancia, y  se estima que finalice alrededor de los dos años”. Buen alimento,  buen desarrollo La profesional consideró  que con una buena nutrición en los primeros años de vida se pueden evitar en un futuro cualquier tipo de trastornos, desde los de comportamiento hasta los alimenticios.  “La alimentación correcta es básica y esencial para que el niño se desenvuelva tanto física como psicológicamente. Con una buena nutrición se previenen también todo tipo de carencias fisiológicas, desde la falta de ciertas vitaminas o la anemia que es la deficiencia en la producción de glóbulos rojos”. A su vez, sugirió que durante el primer año de vida el bebé solo ingiera alimentos endulzados naturalmente, que no contenga azúcares agregados o refinados. También recomendó evitar la sal y todo tipo de grasas saturadas o frituras, como las comidas rápidas.

A lo largo de nuestra vida, la forma en que nos alimentamos influye directamente en nuestra salud, estado de ánimo y energía. Más todavía en un recién nacido, quien inicia su etapa de crecimiento y adaptación al mundo, fuera del vientre de su madre. Los nutrientes que el neonato reciba en sus primeros meses y posteriores años serán la clave para un desarrollo equilibrado y mantenimiento de su salud. 


Lactancia y alimentación complementaria

La doctora Marcela Mendoza, especializada en pediatría, afirma que hoy en día la duración de la lactancia depende del lugar, cultura o corriente a la que se pertenezca. Ella en principio recomienda que se mantenga hasta el año y medio, pero afirma que hay movimientos que la aceptan o apoyan hasta los tres años o incluso más. 

 

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