La limpieza del hogar es fundamental para mantener un ambiente saludable y armónico, especialmente en espacios tan sensibles como el baño. Recientemente, en redes sociales se viralizó un ingenioso truco casero para higienizar el inodoro utilizando sal, un ingrediente comúnmente presente en la cocina. Combinada con otros elementos, esta técnica ofrece una desinfección profunda, eliminando gérmenes y bacterias y contribuyendo al mantenimiento regular del sanitario.

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Este método ha ganado popularidad debido a su efectividad y facilidad. Para prepararlo se necesitan 250 gramos de sal, 250 gramos de bicarbonato de sodio y 25 cucharadas de aceite neutro. La mezcla se vierte directamente en el inodoro, procurando cubrir todas las superficies internas para maximizar su efecto. Tras aplicar la solución, se recomienda dejarla actuar durante toda la noche, permitiendo que la reacción química descomponga la suciedad adherida.

El paso final para un inodoro reluciente

Al día siguiente, se debe calentar agua hasta que hierva y verterla cuidadosamente sobre el sanitario. Esto ayuda a remover cualquier residuo desprendido por la mezcla. Opcionalmente, exprime medio limón sobre las paredes del inodoro. Esto deja un aroma fresco, mejora el brillo de la superficie y refuerza la desinfección.

Este procedimiento se recomienda realizarlo al menos una vez al mes o cada 15 días, según la frecuencia de uso y el nivel de suciedad del baño. La constancia en la limpieza es clave para prevenir la acumulación de gérmenes y mantener la higiene en uno de los espacios más sensibles del hogar.

Otros trucos caseros para mantener los azulejos impecables

Además del inodoro, las juntas de los azulejos son áreas que suelen acumular suciedad y hongos, por lo que requieren atención especial. Existen métodos sencillos y económicos para mantener estos rincones limpios sin necesidad de productos costosos.

Uno de los recursos más prácticos es el uso de un cepillo de cerdas firmes, que permite alcanzar las zonas difíciles. Después de retirar la mugre, se recomienda enjuagar con una esponja para eliminar cualquier residuo. Otra alternativa es el vapor, útil para eliminar hongos adheridos, aunque se aconseja utilizarlo con moderación para no dañar los azulejos.

Blanqueadores y pintura para un acabado perfecto

Para recuperar la blancura de las juntas, se puede aplicar blanqueador, que aporta luminosidad y refuerza la limpieza realizada. Aplicado con un buen cepillo, ayuda a devolver el tono original y da la sensación de un revestimiento renovado. 

En casos donde se busca un acabado más duradero, una opción es repintar las juntas, evitando la remoción de los azulejos y obteniendo un efecto de fábrica.

Con estos consejos, cualquier persona puede mantener el baño limpio y reluciente durante todo el año. La limpieza no requiere productos costosos ni conocimientos especializados, solo ingredientes que se encuentran en el hogar y disposición para mantener uno de los espacios más importantes de la vivienda en óptimas condiciones.

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