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Familia
¿Cómo actuar si tu hijo adolescente amenaza con irse de la casa?
No te enfades ni 'paniquees'; recuerda cuando tú pasaste por esa etapa, la rebeldía, en ocasiones, es parte del paquete. Esencial: paciencia y diálogo
Tu hijo de niño no “daba problemas”, pero ahora en la adolescencia hay días en los que se enfada, no te dirige la palabra y hasta advierte que se marchará del hogar. ¿Te ha pasado o lo dijiste cuando fuiste 'pelado'?
¿Cuáles son las causas de estas conductas? “La adolescencia misma”, responde la psicóloga clínica y terapeuta Kerly Santos, quien indica que en esta etapa el chico necesita hallar identidad, autonomía, se siente un adulto y con la capacidad de tomar sus propias decisiones.
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“En ocasiones esta búsqueda lo lleva a confrontar a sus padres, oponerse a los límites, tener actos desafiantes y aparece la amenaza”, indica la experta en salud mental, quien añade otro posible motivo: padres impositivos, “no comunicativos, que pretenden criar hijos obedientes y dependientes, restrictivos en amistades, actividades, exigentes en calificaciones, esto hace que el chico quiera ir en contra de la norma”.
Su colega Rafael Santamaría señala que factores como el entorno familiar, las experiencias previas y la relación entre padres e hijos también pueden influir en la frecuencia y la intensidad de esos avisos.
Algunos podrían ir más allá de la advertencia y realizarla, expresa el psicólogo clínico. “Si es sin previo aviso puede causar sorpresa, angustia, confusión y preocupación en los padres y el resto de los familiares”.
Para Santos, que lo realice sin decirlo, más que por lo inesperado, impresiona porque muestra mucho el contexto familiar. Igual, sostiene que golpearlos no es una opción, pues genera más violencia. No recibirlos en casa, si es que se fue, tampoco.
- EXTRAtips
1. De manera preventiva, fija límites claros en el hogar. Estos deben ser razonables y adaptados a la edad y necesidades individuales de los hijos. Explica las razones de las normas y escucha sus puntos de vista.
2. Cuando él exprese sus preocupaciones o frustraciones, presta atención, valida sus sentimientos y muestra interés en comprender su perspectiva, hazlo sin interrumpir o juzgar.
3. Si los problemas siguen o se hacen más grandes, un consejero familiar o terapeuta podrá orientarlos y darles estrategias efectivas de comunicación y resolución de conflictos. Pida ayuda, no siempre tenemos que saber todo.
4. Si se fue de la vivienda y regresa, recíbelo. Pero no con castigos o insultos; muestra alegría de ver que está sano y salvo, y traten de conversar qué aprendieron de lo sucedido, sin gritos, ni reclamos.
5. Fomenta el perdón y la reconciliación. Anímalos a expresar sus disculpas y a perdonar, reconociendo que todos cometemos errores y que el perdón es un camino hacia la sanidad y la restauración de relaciones.
6. Los padres son modelos de los hijos. Intenta mostrar una conducta positiva y respetuosa en tus interacciones familiares, ellos lo replicarán. Los actos instruyen más que las meras palabras.
7. A medida que los hijos crecen, es importante fomentar su autonomía y permitirles tomar decisiones apropiadas para su edad y desarrollo, igual los padres deben de orientarlo. Que él tenga chance de asumir responsabilidades y aprender de sus errores.
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