Las hormonas, ese vaivén que nos controla

¡Hormonas, benditas hormonas! No las vemos, pero están presentes a lo largo de la vida e influyen en todo: en el ritmo cardíaco, en el metabolismo, en el deseo sexual y hasta en nuestro humor. Por eso no es extraño que cuando la mujer esté cerca de la menstruación, haya quienes parezcan adivinar que allí se encuentra la causa de su ira, de su depresión o de los episodios repentinos de llanto.

Ese desbalance que aparece con los años también afecta a los hombres, quienes a partir de los 40 empiezan a registrar una reducción paulatina de testosterona y que, a los 50, pueden verse sorprendidos con síntomas parecidos a los de las mujeres en la menopausia.

Es solo una muestra, pues estas sustancias son tan variadas como sus funciones. Están allí desde que nos formamos en el vientre y nos hacen estar sometidos muchas veces a un vaivén: o las hormonas nos dominan o lo que nos pasa altera a nuestras hormonas. Este último caso se ve cuando enfrentamos episodios de estrés. Pueden incluso tener incidencia en el peso. Hay quienes sufren de un problema de la tiroides, que hace que a la persona se le complique quemar grasa y que, por el contrario, tenga una tendencia a almacenarla. También influye en que la pareja logre o no concebir y en los problemas para controlar nuestro nivel de insulina.

Así vemos cómo nuestro cuerpo produce de todo: cortisol, adrenalina, serotonina, oxitocina, endorfinas y otras tantas no tan famosas.

Lo más interesante es que las hormonas, aunque actúan en pequeñísimas cantidades, tienen una potencia enorme. Son esos mensajeros químicos que controlan algunas funciones del cuerpo.

Por eso, cuando hay alteraciones (déficit o exceso), pueden presentarse problemas de salud de toda índole. EXTRA les muestra cuáles son las señales de que algo no anda bien en su organismo y qué debe hacer para conocer dónde está el origen. Además, le indica cómo influyen las hormonas en la forma en que nos sentimos.

Así actúan

Endorfinas

Se activan ante el dolor para convertirse en analgésicos naturales. Son conocidas también como las hormonas del bienestar, pues se generan en un momento feliz, al hacer ejercicio o al besar a la persona amada. Al contrario, su nivel suele bajar ante un disgusto o un accidente.

Adrenalina

Nos prepara para reaccionar rápidamente ante sensaciones de peligro, pues desencadena los mecanismos de supervivencia. Cuando ese ‘resorte’ que nos pone en alerta se dispara, el cuerpo reacciona: se dilatan las pupilas, respiramos más rápido y aumenta el ritmo cardíaco.

Estrógeno

Se produce en los ovarios y determina la pubertad, regula el ciclo menstrual y mantiene los huesos fuertes. Su producción y el de la progesterona disminuyen con la menopausia, lo que provoca síntomas de depresión y sofoco y una menor protección cardiovascular.

Testosterona

La producen los testículos. En las mujeres también está, pero en bajos niveles. Entre los 40 y los 55 años, los hombres reducen la producción de la hormona, por lo que puede haber síntomas como en la menopausia en las mujeres: cambio de humor, sofoco...

Cortisol

Al igual que la adrenalina, se produce en situaciones de tensión para ayudarnos a enfrentarlas. Si los niveles de esta hormona no disminuyen en la noche, habrá dificultades para dormir. El cortisol también incide en los vasos sanguíneos y en el metabolismo.

Somatotropina

Conocida como la hormona del crecimiento, tiene más funciones como el incremento de la masa muscular y la estimulación del sistema inmune. Su producción aumenta mucho a lo largo de las noches.

Oxitocina

Mientras en los enamorados se activa una mezcla de serotonina, noradrenalina y dopamina, hay otra que se genera cuando la relación es firme: la oxitocina. También influye en la conexión entre padres e hijos y con el entorno. Además, estimula las contracciones en el parto.

Insulina

La produce el páncreas y tiene varias funciones importantes para el cuerpo, pero uno de los principales es reducir la concentración de glucosa (azúcar) en la sangre. Aunque es una cualidad menos conocida, la insulina también ayuda a reparar el daño muscular.

Serotonina

Es la causante de que la persona se sienta más animada durante el día. Por eso tiene la fama de ser la ‘hormona de la felicidad’. Pero no se encuentra sola. Junto a la dopamina y la noradrenalina, provoca que los enamorados sientan que todo a su alrededor es ‘color de rosa’.

Oxitocina

Mientras en los enamorados se activa una mezcla de serotonina, noradrenalina y dopamina, hay otra que se genera cuando la relación es firme: la oxitocina. También influye en la conexión entre padres e hijos y con el entorno. Además, estimula las contracciones en el parto.