Buena Vida
Cinco razones para usar los huevos vaginales
Así como una computadora a estos huevos también conocidos como jade o de obsidiana ya se los puede comprar por internet.

Se venden a $66
A finales de enero del 2017, Gwyneth Paltrow inició una polémica al recomendar huevos de jade. Su sugerencia tiene la forma exacta de un huevo, ovalada, pero en este caso resistente. Su función aquí no es freírlos sino introducirlos en la vagina. Apoyada en la buena fama que tienen, la actriz ganadora del Oscar, los vende a través de su página Goop.com a 66 dólares.
Para aclarar bien este concepto que podría sonar descabellado, el libro ‘Amor curativo a través del Tao’, llama a los huevos de jade como “Yoni”, que significa “lugar sagrado”. Y es justamente hacia ese lugar donde los huevos vaginales apuntan.
Los ginecólogos, sin embargo, no reaccionan bien ante esta actividad. Una en especial, Jennifer Gunter, quien se especializó en trastornos de la parte pélvica y enfermedades infecciosas, se dedicó a desprestigiar los huevos en su blog desde enero hasta junio de 2017. La conclusión de ella se basa en el poco crédito que le da mística milenaria de los chinos y considera que con el tiempo esto dañará los músculos de la vagina.
Una lista larga de huevo - beneficios
La fascinación por los huevos vaginales ya es tendencia. Según el boletín generado por el portal de Paltrow, su uso se apoya en cinco razones: “Aumenta el chi - vitalidad de acuerdo a la filosofía oriental-, los orgasmos, el tono muscular vaginal, el equilibrio hormonal y la energía femenina en general”. Por lo tanto, está de más decir que ayudará en tus relaciones sexuales.
Lorena Robles, escribe en Mujeres Holísticas y sugiere estos huevos para aliviar incluso enfermedades: “La estimulación ayuda en padecimientos como miomas, quistes, infertilidad, vaginitis, Virus del Papiloma Humano, incontinencia urinaria, prolapso de útero y vejiga, infecciones recurrentes, desajustes hormonales, entre otros”. Es decir, casi, casi que una piedra milagrosa en la entrepierna.
Al igual que con los condones, de estos huevos hay para elegir, no en sabores, pero sí en material: el más tradicional es el jade, pero también los hay de obsidiana, cuarzos, ónix y madera. Este último es el menos recomendable por la cantidad de bacterias que podría guardar con cada uso.
Esta práctica surgida en la élite China, exclusiva para la reina y sus parejas, se la recomienda hasta ahora como tratamiento alternativo para los dolores menstruales. El proceso dura nueves meses, el huevo se lo debe usar por tres semanas, dándose una de reposo que será justamente en la que se presente la regla.