Cada 1 de junio, Ecuador conmemora el Día del Niño, una fecha destinada a resaltar la importancia de la infancia y promover la protección de sus derechos. Esta celebración, establecida por la Organización de Estados Americanos (OEA), también representa una oportunidad para fortalecer los lazos familiares mediante actividades recreativas y significativas.

Según datos del Censo Ecuador 2022, el 19,75 % de la población corresponde a menores de 12 años, lo que equivale a 3 344 947 niños y niñas. En este contexto, muchas familias buscan formas de celebrar en casa, priorizando el tiempo compartido y las experiencias enriquecedoras, sin necesidad de realizar grandes gastos.

Un día para reconocer derechos y fortalecer vínculos

El Día del Niño no solo busca visibilizar el bienestar infantil, sino también recordar que todos los niños tienen derecho a una vida plena, sin importar su lugar de nacimiento. Así lo señala UNICEF al destacar que esta fecha mundial “recuerda que todos los niños tienen derecho a la salud, la educación y la protección”.

Más allá de los regalos materiales, los especialistas coinciden en que el afecto y la atención son esenciales para el desarrollo emocional de los más pequeños. Dedicarles tiempo de calidad, involucrarlos en actividades lúdicas o simplemente compartir momentos especiales puede convertirse en el mejor obsequio.

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Desde casa, existen diversas alternativas para celebrar esta fecha con creatividad, sin realizar gastos significativos. Estas actividades pueden adaptarse según la edad del niño, sus intereses y las dinámicas familiares.

Actividades recreativas para compartir en familia

Durante esta jornada, muchas familias optan por organizar actividades caseras que fomenten la participación activa de los niños y fortalezcan su autoestima. Entre las opciones más comunes están los juegos tradicionales, las manualidades y las dinámicas de cocina sencilla.

• Tarde de juegos familiares: Desde escondidas hasta juegos de mesa o mímica, son opciones que garantizan diversión.
• Cine en casa: Ver su película favorita en un espacio adaptado como una pequeña sala de cine, con refrigerios preparados en familia.
• Cocinar juntos: Elaborar una receta sencilla como galletas, postres o bocadillos, permitiendo que los niños participen en todo el proceso.
• Manualidades útiles: Crear adornos, lapiceros y todo lo que pudieran imaginar con materiales reciclables, combinando creatividad y funcionalidad.
• Sesiones de dibujo y pintura: Estimulan la imaginación y permiten a los niños expresar sus emociones a través del arte.

De acuerdo con el blog de salud familiar Doctor Akí, es recomendable adaptar estas actividades a las etapas de desarrollo. Para bebés, los juegos con sonidos, sombras o agua pueden ser estimulantes. En la primera infancia, el armado de títeres, cuentos inventados o canciones pueden resultar efectivos. Para niños de 6 a 11 años, se sugieren juegos de adivinanzas, rompecabezas y obras teatrales improvisadas. Mientras que en adolescentes, pueden integrarse retos seguros, experimentos caseros o dinámicas con tecnología.

Celebrar sin gastos excesivos

Realizar actividades como preparar postres o construir algo con sus propias manos puede tener un impacto positivo en el desarrollo motriz y emocional de los niños. Además, involucrarlos en tareas cotidianas de forma lúdica refuerza su autoestima al sentirse útiles e incluidos.

A lo largo del día, también se puede aprovechar para jugar con ellos lo que más les gusta. Aunque parezca una acción simple, la atención exclusiva de sus padres es un gesto que los niños valoran profundamente.

No es necesario salir de casa ni hacer grandes compras para ofrecer una experiencia única. Las actividades descritas son accesibles y permiten crear recuerdos valiosos en familia. La clave está en brindar tiempo, afecto y atención genuina, componentes esenciales para el bienestar infantil.

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