Buena Vida
Estas causas (poco conocidas) podrían ocasionarte un infarto
Ya sea una mala alimentación, como el exceso de grasas, o el exceso de estrés y tensión en nuestras vidas, nos lleva a afectarlo gravemente hasta el punto de ser vulnerables a un infarto.
El corazón, ese músculo que debes mantener sano para continuar la acción de tu vida. Este órgano y ‘motor’ del cuerpo humano no suele ser cuidado como se debe por distintas razones. Ya sea una mala alimentación, como el exceso de grasas, o el exceso de estrés y tensión en nuestras vidas, nos lleva a afectarlo gravemente hasta el punto de ser vulnerables a un infarto.
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares (ECV), entre ellas el infarto, son un conjunto de trastornos del corazón y de los vasos sanguíneos. Además son la principal causa de defunción en todo el mundo.
Entre los factores de riesgo que aumentan las posibilidad de sufrir un infarto, según la OMS, están la hipertensión, tabaquismo, obesidad y sobrepeso, y la inactividad física. Sin embargo algunos estudios, citados por la BBC también han descubierto varias nuevas causas que también podrían afectar tu ‘wacho’ sin que te des cuenta. A continuación te los detallamos:
Falta de limpieza bucal profunda
La salud bucal y la cardiovascular van de la mano, aunque parezca mentira. Según varios estudios han evidenciado que aquellas personas que descuidaron su salud oral tienen tasas más altas de problemas cardiovasculares que las personas que si cuidaron dientes.
Cuando careces una limpieza bucal efectiva aparece la gingivitis, el problema donde tus encías sangran y se inflaman. Este problema permite que las bacterias de la boca entren en el torrente sanguíneo, y crear las condiciones ideales para las enfermedades cardíacas.
Lo mejor que podemos hacer es tener de aliado al hilo dental y a las citas periódicas con el dentista.
El mal jefe y trabajo
El British Medical Journal, revista especializada en medicina, publicó un estudio llevado a cabo durante 10 años en Suecia donde reveló que tener un mal jefe aumenta en un 40% tus posibilidades de tener un ataque cardíaco.
¿La razón? Según el cardiólogo Vijay Kumar del Health Heart Institute en Orlando (EE.UU.), un estrés significativo en el trabajo puede desencadenar un ataque cardíaco. A esto suma otros problemas como la falta de sueño o una mala alimentación que aumentan el riesgo de una enfermedad coronaria.
El trauma de una mala experiencia
Tu corazón puede sufrir graves consecuencias luego de un evento traumático, como la pérdida de algún ser querido. La Sociedad Norteamericana de Menopausia, en un estudio hecho en 2017, reveló que el revestimiento interno de los vasos sanguíneos de las mujeres que han experimentado tres o más eventos traumáticos en su vida funcionan peor que el de las que no han sufrido el mismo número de eventos traumáticos.
El alto nivel de estrés es el que te puede generar un aumento significante de adrenalina, haciendo que la frecuencia cardíaca y la presión arterial aumenten y se mantengan muy elevadas, según explica a la BBC la cardióloga Jackie Eubany.
La soledad
Las personas con pocas relaciones sociales o que se sienten solas tienen un 29 % más de probabilidades de sufrir una enfermedad cardíaca y un 32 % más de probabilidades de sufrir un infarto.
Así lo revela otro estudio del British Medical Journal donde explica que esta condición puede convertirse en algo estresante, en parte porque las personas solitarias no tienen a nadie que les ayude a regular sus emociones.
La ‘depre’
Un 33 % de personas que han sufrido ataques cardíacos podría tener depresión, según la Asociación Estadounidense del Corazón. Esta tasa podría significar, según estos expertos, que las personas con problemas de salud mental se sienten demasiado abrumadas para tomar decisiones saludables sobre su vida.
La menopausia
Luego de unos 10 años después de la menopausia, las mujeres son más propensas a sufrir ataques al corazón, según señala la misa Asociación del Corazón americana.
Ellos indican que la causa sería la disminución en la hormona natural estrógeno en las mujeres posmenopáusicas. Esta hormona, producida por los ovarios, tiene un efecto positivo en la capa interna de la pared arterial, ayudando a mantener los vasos sanguíneos flexibles.
Cuando estos vasos se vuelven más rígidos, entre otras causas también por la edad, conlleva a una presión arterial más alta, según explica Eubany.