Buena Vida
¿Informarse sobre salud en Internet? Sí, pero con rigor
El uso de páginas web y de las redes sociales para consultar cuestiones relacionadas con el diagnóstico o tratamiento de enfermedades está más en auge que nunca. Sin embargo, el mundo digital alberga una cantidad ingente de información, muchas veces út

Referencial. Conocer las principales fuentes de información y leer con ojo crítico es de suma importancia para el empoderamiento del paciente.
El uso de páginas web y de las redes sociales para consultar cuestiones relacionadas con el diagnóstico o tratamiento de enfermedades está más en auge que nunca. Pero ¿es fácil filtrar información sobre salud en Internet?
El mundo digital alberga una cantidad enorme de información, muchas veces útil, pero otras tantas errónea o, sencillamente, no aplicable a la enfermedad o a los síntomas que consultamos.
Es por eso que resulta necesario conocer las principales fuentes de información; asimismo, leer con ojo crítico es de suma importancia para poder empoderarnos como pacientes y mejorar nuestro bienestar.
Decía el filósofo Francis Bacon que “saber es poder“. En el caso de los pacientes, está demostrado que estar bien informado mejora la toma de decisiones sobre sus opciones de tratamiento y, por tanto, sus posibilidades de cura.
Estas son las recomendaciones que publica Efe Salud para que quienes recurren a la red de redes —en busca de respuestas a diversos problemas de salud— puedan convertirse en pacientes expertos:
Busca información en sitios de confianza
Las organizaciones de prestigio y neutrales sin intereses sobre el tema, tales como los sitios web de entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS), son un buen referente. En casos específicos, como búsquedas sobre temas de salud sexual, por ejemplo, el portal de la organización sin fin de lucro Planned Parenthood también es una opción.
La importancia de los autores reconocidos
Otra recomendación es priorizar las informaciones de autores reconocidos: Buscar información sobre salud en fuentes cuyos contenidos hayan sido redactados por personas expertas en el tema.
La estructura informativa
La información debe ser lógica, sin contradicciones, aportar datos suficientes y estar debidamente referenciada.
Busca más de una fuente
Contrastar con diferentes informaciones o fuentes para valorar mejor la cuestión sobre la que estamos buscando.
¿De dónde es la ‘info’?
Asegurarnos de qué país procede la información: Por ejemplo, para un residente español no es lo mismo leer información sobre medicamentos en páginas webs escritas en países no pertenecientes a la Unión Europea.
¡Pilas con las actualizaciones!
Es necesario confirmar que la información esté actualizada, pues podemos estar ante contenidos desfasados que no estén acorde con los últimos adelantos de la medicina.