Buena Vida
Julio Jaramillo, más allá de la leyenda
La presentación se realizó la noche de este jueves 21 de septiembre en una sala del MAACine, en Guayaquil, y además de la prensa asistieron algunos invitados especiales.

El documental retrata la vida musical de Julio Jaramillo desde las voces de historiadores, coleccionistas, amigos, un compadre, fanáticos del intérprete.
En el documental ‘Si yo muero primero’, que narra la vida profesional del cantante guayaquileño Julio Jaramillo, se demuestra con hechos y una profunda investigación que el llamado Ruiseñor de América es mucho más que ‘Nuestro Juramento’ o ‘Cinco Centavitos’.
Según la sinopsis de esta obra cinematográfica del comunicador Rodolfo Muñoz, la imagen de bohemio y mujeriego que tuvo el artista solo sirvió para vender música de rocola, pero impidió descubrir al cantante ecuatoriano que estuvo acompañado hasta por la orquesta de Astor Piazzola.
Descubrir a ese J.J. que grabó unas 4.000 canciones de todo género y que sedujo a millones en el mundo, “es en este tiempo un desafío apasionante”, que emocionó en cada segundo a los espectadores que vieron el preestreno de esta cinta.
La presentación se realizó la noche de este 21 de septiembre en una sala del MAACine, en Guayaquil, y además de la prensa asistieron algunos invitados especiales.
El documental retrata la vida musical de Julio Jaramillo desde las voces de historiadores, coleccionistas, amigos, un compadre, fanáticos del intérprete y compositores, además de otras personas que de uno u otro modo estuvieron relacionadas a el artista.
El director del filme hace un recorrido investigativo por Venezuela, Colombia, México, países donde idolatran al músico guayaquileño, quien se convirtió en el ecuatoriano más reconocido y celebrado a nivel internacional. Jaramillo fue uno de los 17 personajes de habla hispana más influyentes del siglo XX, según la cadena Antena 3 Internacional de España.
El documental ‘Si yo muero primero´ redescubre al Ruiseñor de América y se convierte en un documento necesario para conocer de primera mano lo que realmente sucedió con alguien que no fue precisamente “profeta en su propia tierra”.