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Hombres vs. mujeres: la guerra de géneros que llegó a la gramática

‘Todes’, ‘tod@s’ o ‘todxs’. Estas expresiones despertaron polémica y curiosidad al ser rechazadas por la Real Academia Española (RAE) como alternativas para aplicar un lenguaje que incluya a hombres y mujeres por igual.

‘Todes’, ‘tod@s’ o ‘todxs’. Estas expresiones despertaron polémica y curiosidad al ser rechazadas por la Real Academia Española (RAE) como alternativas para aplicar un lenguaje que incluya a hombres y mujeres por igual.

El debate por ‘demostrar’ la igualdad en el lenguaje saltó de las calles a la política. En España vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, anunció en julio que el Congreso que iba a pedir un informe a la RAE para adaptar el texto de su Constitución a un lenguaje inclusivo.

Ante esto Darío Villanueva, director de la RAE, fue muy claro y señaló a diario El País que “el problema está en confundir la gramática con el machismo”. “Las lenguas se rigen por un principio de economía; el uso sistemático de los dobletes, como miembro y miembra, acaba destruyendo esa esencia económica. Las falsas soluciones, como las que proponen poner en lugar del ‘o’ y el ‘a’, el ‘e’, me parecen absurdas, ridículas y totalmente inoperativas”.

Entonces es inevitable preguntarse si este tipo de lenguaje es solo un camino poco práctico que alarga texto, o si es realmente necesario. Sin embargo, que ambos géneros se hagan presentes en el momento de la redacción sí resulta importante aunque algunas palabras como ‘todos’ y ‘todas’ pueden ser omitidos.

¿Confuso? La verdad sí y no es para menos. El principal reto para el español, o mejor dicho para quienes lo hablan, es superar la confusión entre género gramatical (categoría que se aplica a las palabras), el género como construcción social y cultural (roles, comportamientos, actividades que una sociedad considera apropiados para cada sexo) y el sexo biológico (rasgo biológico propio de los seres vivos), según señala la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Para que salgas de las dudas y no intentes crear palabras que no existen como ‘todxs’ o ‘amig@s’, la ONU tiene tres secretos que harán que tus chas, textos, documentos y hasta notitas del marcado tengan un lenguaje inclusivo en cuánto a género.

Títulos de cortesía

Usar pronombres personales y adjetivos que concuerden con su género. Además de títulos como señor o señora. Si quieres usar señorita deberías pensarlo dos veces ya que no es necesario que señales el estado civil de una persona.

Si mencionas a los hombres por su nombre, apellido y profesión, por lógica deberías hacer lo mismo con las mujeres.

Menos inclusivo

El profesor Gómez y Alicia vendrán al almuerzo.

Más inclusivo

El profesor Gómez y la ingeniera Tucci vendrán al almuerzo (profesión y apellido en ambos casos).

Fin de los estereotipos

Algunas expresiones tienen una connotación negativa o que se asocian con estereotipos de género como:

-Los hombres no lloran.

-Actúa como una niña.

-Es fuerte como un hombre.

También hay que evitar caer en el juego de los roles sociales.

No lo uses

Enfermeras y médicos participaron en la huelga del sector.

Lo invitamos a usted y a su esposa.

Úsalo

El personal sanitario participó en la huelga del sector.

Lo invitamos junto a su pareja.

Visibilizar el género

Esto se realiza solo cuando se necesario o cuando se necesita ser específico para algo. Usar expresiones como “niñas y niños” está bien pero no se debe abusar y emplear este recurso en cada parte.