Buena Vida
Madres fuera de la norma
Estas madres entrevistadas por EXTRA se salen del imaginario tradicional de lo que se piensa de una madre.

Cuando se piensa en una madre, se suele pensar en la figura femenina que, junto a un padre, lleva el hogar. Pero hay muchas formas de serlo. EXTRA entrevistó a estas mujeres que no necesariamente cumplen un rol tradicional de la maternidad. Con sus peculiaridades, salen de lo que reside en el imaginario de una progenitora, sin embargo ellas tienen a quienes, con cariño, las llaman “mamá”. Y las admiran porque cumplen con su papel con ejemplo y sacrificio.
Francia Melgar, 43 años
“Ser madre cambia la vida, la forma de pensar por tus hijos y dar todo de corazón para sacarlos adelante”, así lo expresa Francia Melgar. Una mujer emprendedora que desde su primer embarazo se propuso metas.
Ella, dentro de su experiencia dice que sus tres hijos son lo más lindo que Dios le pudo regalar. Asegura que se convirtió en una persona responsable y madura en sus actos. Dentro de sus testimonio nos comenta que vivía con su familia en una casa de caña y no contaban con recursos necesarios. “Me di cuenta que necesitaba ingresos, así que pensé en poner un negocio de comida rápida, pero en una carreta pequeña”, dice Francia. Ella asegura que el sacrificio más grande ha sido trabajar sin importar el cansancio, feriados o día festivos, lo hacía por cumplir la meta de obtener una casa propia.
Esta madre quería brindarle un mejor estilo de vida a sus hijos y nunca paró frente sus sueños. Y luego de 12 años de luchas, sacrificios y trabajo construyó su casa. Ahora vive feliz junto a sus hijos y esposo. Ella asegura que sus 3 hijos fueron la fortalece para nunca rendirse.
Alexandra Coello, 40 años.
Todos conocemos a mujeres amantes de animales, pero, este es un caso especial. Alexandra hace algunos años, se transformó en madre ‘animalista’ . “Me encantan los animales y son como los hijos que no puedo tener”
Ella lamentablemente no puede concebir hijos. Y, no ha querido adoptar niños para criarlos junto a su esposo. Por eso, hace 5 años, para consolar un poco la tristeza de no poder ser madre compró una perra. “Yo amo a Mía porque es la hija que siempre quise tener”, comentó Coello. Además la cuida mucho, le da prioridades como una persona, y no le gusta que nadie la maltrate porque la siente parte de su familia.
Hace poco adoptó a un gato y compró unas gallinas. Realmente se siente feliz con ellos porque compensan todo el amor que da un hijo. “Sabemos que los animales no puede hablar, pero expresan su amor mediante caricias, juegos y actos”, dice Alexandra. Además espera tenerlos en su hogar siempre para seguir siendo feliz junto a su esposo. Ella quiere adoptar más animales y poder darle el amor que una madre le brinda a sus hijos.
Claudia Alvarado, 30 años
Hace 11 años trajo al mundo a su pequeño hijo. Cuando todo parecía tranquilo, ella tuvo que dejar su trabajo y su carrera universitaria por un largo tiempo. “Nada fue planificado, era muy joven”, expresa Claudia.
Con una preferencia sexual distinta, ella decidió junto a su novia criar a su hijo. “Me volqué únicamente a llevarlo a terapia para que tuviera bienestar”, menciona Alvarado. Además comenta que con su pareja actual todo ha sido maravilloso, ya que es una mujer excepcional y es pieza fundamental en la evolución positiva de su hijo.
Claudia asegura que cada día recibe cumplidos por la buena labor que ha hecho como madre durante 11 años, sin importar discriminaciones o críticas de las personas. “Las dos somos unas excelentes madres”, afirma. Expresa que pasa por buenos momentos y que no hay dificultad con su pequeño hijo.
Fabiola Romero, 43 años.
Existen mujeres luchadores que sin el apoyo de su pareja salen adelante con sus hijos. Este es el caso de Fabiola Romero, que hace 20 años atrás decidió quedarse sola pero ofrecer un buen porvenir a sus 4 hijos.
Fue madre muy joven pero eso le permitió madurar y criar a sus hijos de buena manera. En este entonces, renunció al tiempo que dedicaba a sus hijos para trabajar duramente en una cafetería como mesera. “El mayor sacrificio fue dejar a mis hijos por largas horas solos, no podía asistir a reuniones de sus escuelas, eventos y momentos que marcan la etapa de un niño”, comenta Fabiola.
Sin embargo, nada fue impedimento para seguir adelante, siendo el único apoyo y sustento de su hogar. Además, su rol tenía doble función, la de madre y padre. Así que, no podía rendirse. Y, de esta manera logró brindarle buenos estudios a sus hijos, un hogar lleno de amor y comprensión. “Nada fue fácil, mis hijos eran el motor de todo”, asegura. Actualmente se encuentra en una relación estable y dice que todo lo que vivió fue por sus seres amados.
Adriana Briones, 45 años.
Sin duda alguna, el amor de una madre no tiene límites. Y, Adriana es fiel testimonio de aquello. Esta madre, tras el fallecimiento de su esposo, no dudó en llevar adelante a sus 3 hijos.
Ella hace 7 años tomó la dura decisión de viajar a otro país para que a sus hijos no les falté nada. Se convirtió en el único pilar de apoyo para ellos y pese al dolor que atravesaban, se armó de valor y partió por un mejor futuro. “Este fue el mayor sacrificio que hice por mis 3 tesoros”, asegura Briones. Ahora ella se encuentra en Génova cuidando a unas personas mayores, ese es su trabajo.
Comenta que es difícil no compartir con sus hijos momentos especiales, y se lamenta al saber que no ha visto el crecimiento de cada uno de ellos. “Yo cada mes les envío dinero, al menos me queda la certeza que estoy cumpliendo como madre”, expresa Adriana. Aparte de aquello, ella llama a sus hijos constantemente para compensar el amor que no puede ofrecerles de cerca. Además está segura que pronto vendrá por sus hijos y aprovechará al máximo cada minuto de felicidad.