El cantón La Maná de la provincia de Cotopaxi, en este día de su aniversario 35, resume parte de su vida.

El historiador Wilson Ruales, quien actualmente labora en el Municipio de esta localidad, es uno de los que ha dedicado parte de su vida a indagar sobre los acontecimientos registrados en esta ciudad desde sus orígenes.

Partiendo desde su nombre, Ruales sostiene que La Maná significa ‘venado’ en los idiomas tsafiqui y chapalachi, con los cuales se hacía alusión al agua, animales y al oro que abundaban en este territorio.

También reseñó que esta denominación quedó porque en este territorio se asentaron los tsáchilas o colorados, pero no tiene determinado qué tiempo estuvo parte de esta etnia, que actualmente está en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas.

El investigador explica que pese al tiempo transcurrido, el origen del nombre de esta ciudad cotopaxense aún guarda misterios.

RIQUEZA MINERAL

Además, se acota que la denominación surge de los vocablos ‘lang mana atti’, que significan ‘Mina del Gran Rey’. La zona fue llamada así porque en el subsuelo existía abundancia de oro y otros minerales.

El hallazgo de objetos arqueológicos, en especial en el sector de Estero Hondo, refuerza esta teoría.

Esta riqueza habría dado paso a que La Maná sea un sector donde se impulsó un movimiento migratorio.

Jorge Villarreal, promotor cultural de La Maná, sostiene que este cantón se convirtió en un pueblo de migrantes con una historia ‘bárbara’ de leyendas de personas que llegaron de diferentes rincones de la patria a colonizar este suelo.

Hoy, La Maná recuerda su aniversario de cantonización y sus autoridades realizarán un pequeño recorrido por la avenida principal previo a la sesión solemne en el Cabildo, en la cual se reseñará el origen e historia de esta urbe. (DV)