Una mujer de Tailandia está dispuesta a hacer todo lo que esté a su alcance con tal de ver a su perrita pug contenta. El amor de June por Kaijeaw la ha llevado al extremo de ordenar varios artículos por internet con la condición de que siempre sean entregados por el mismo repartidor con el que su mascota había hecho amistad.

Según relató June, un día despertó de su siesta al escuchar que había llegado un repartidor con su encargo. Cuando salió vio que su perrita era acariciada por el motorizado, quien tenía varios minutos en ese sitio.

La pug había hecho a un nuevo amigo y eso la tenía contenta. Entusiasmada estaba todos los días atenta a la puerta para reencontrarse con su amigo, pero al ver que el repartidor no era constante en sus visitas, Kaijeaw comenzó a mostrarse triste y decepcionada.

Al notar la reacción de su perra, la mujer empezó a buscar al repartidor y realizó una compra con la esperanza de que regresara por la pug. Aunque el pedido llegó en la fecha acordada, quien lo entregó fue otro repartidor, quien ni siquiera volteó a ver a la pequeña mascota, que esperaba ansiosa por su amigo.

June notó que su mascota se puso más triste y fue así que decidió ordenar muchas más cosas por internet, pero con la condición de que la paquetería fuera entregada por el repartidor con el que su perrita había hecho amistad.

El encargo llegó en manos del amable repartidor, quien envolvió de mimos y caricias a su amiga peluda. Por su parte, June señaló que continuará pidiendo cosas para que su mascota pueda ver a su entrañable amigo.

La historia de esta perrita se volvió viral, debido a las tiernas imágenes en las que se observa al repartidor acariciándola y a la dueña por hacer posibles los reencuentros entre su mascota y el joven.