Buena Vida
¿Por qué usamos otros nombres para hablar de la menstruación?
Desde que las mujeres tienen su primera menstruación se les enseña a llamarla de diferentes maneras, ya sea por desconocimiento, por vergüenza o por querer ocultarlo.

Hablar de la menstruación siempre se ha considerado poco agradable.
“Estoy en mis días”, “llegó Andrés” o “estoy con la roja”... Para referirse a la menstruación existen muchos eufemismos. Es que para muchas mujeres, hablar de la menstruación es sinónimo de incomodidad y en ocasiones es considerado tabú.
La obstetra Johanna Caise dice que esta tendencia de cambiarle el nombre a la menstruación viene desde hace décadas. “Era común escuchar a nuestras madres decir “estoy enferma” cuando les había llegado su ciclo, pero así se lo inculcaron a ellas, es algo que ha transcendido de generación en generación”, indica.
“Ya te enfermaste, ahora eres una señorita, fueron las primeras palabras de mi mamá cuando tuve mi menarquía”, asegura Ana Martínez, quien alega que desde que tuvo su primer ciclo menstrual su madre le enseñó todo lo concerniente a los cuidados que debía tener cuando “ande enferma”.
“Es algo fisiológico que desarrolla toda mujer desde que inicia su pubertad”, aclara el ginecólogo David Ortega, quien menciona que usar el término “estar enferma” en alusión a la menstruación no es lo correcto. “Se trata de un proceso normal, en el cual ocurre el sangrado vaginal como parte del ciclo mensual de la mujer”, agrega.
Mayra Ordóñez cree que el llamar a la menstruación por otro nombre depende del contexto cultural de cada mujer. “Mi mamá siempre me dejó claro que menstruar era algo normal, que no me restaba ni me sumaba habilidades, que mientras dure el proceso podía realizar mis actividades con regularidad”, señala.
Ya sea por vergüenza o simplemente porque no quieren que nadie se entere que están menstruando, muchas mujeres suelen llamarle a la menstruación por distintos nombres, unos un poco extraños, otros inusuales y hasta graciosos. Aquí te presentamos algunos que se utilizan con más frecuencia.
1. La “ola carmesí”
2. “Estoy malita”
3. Estoy en “días críticos”
4. Estoy “enferma”
5. Ando con la marea roja
6. Ando con Juana Meneses (la que molesta todos los meses)
7. Estoy con Andrés (el que te llega cada mes)
8. La luz roja
Pero no solo es el nombre lo que le da ese aire de tabú, en torno a la menstruación hay, además, una serie de mitos. Por ejemplo, se dice que comer cítricos corta la menstruación, que bañarte con agua fría hará que te den cólicos, e incluso cosas tan descabelladas como que no puedes hacer mayonesa en “esos días” porque se corta. Que no cojas un bebé cuando estés menstruando porque se pone “pujón” o que comer mango con sal te suspende el periodo. La lista parece ser interminable.
Así que la próxima vez que estés pensando en inventarle un nombre extraño o rebuscado a tu menstruación recuerda que es un fenómeno natural y aunque en ocasiones te cambie el humor, te genere dolor o malestar, permite al cuerpo deshacerse de toxinas y te ayuda a conectarte con tu cuerpo.