Exclusivo
Buena Vida

El verdadero problema de la obsesión por las selfies
El impulso incontrolable de autorretratarse puede denotar falta de autoestima.
Uno, dos, tres ¡foto! Es fácil engancharse y tomarse una que otra ‘selfie’ al día y así mantener actualizadas las redes sociales, pero muy pocos se ponen a pensar qué se esconde detrás del impulso incontrolable de autorretratarse.
La mayoría tiene entre 15 y 30 años. Esos son los jóvenes que más buscan proyectar una imagen que sea aceptada por su grupo social, según retrata el sociólogo Juan María González.
Para González, los autorretratos contantes reflejan “el permanente ensayo esto-soy-aquí-ahora. Las segundas y terceras personas han desaparecido por ajenas”.
El estudio de la Universidad de Bruner en Reino Unido concluyó que los usuarios obsesionados por compartir imágenes de sí mismos en redes sociales podían padecer algún tipo de complicación mental.
En las conclusiones del estudio se determinó que los usuarios que compartían mayor número de ‘selfies’ poseían cierto grado de narcisismo.
Una fórmula para subir la autoestima
No es raro que la constante exposición de la imagen personal sea un indicio de baja autoestima. Hasta cierto punto los ‘me gusta’ estimulan al autor de las ‘selfies’ a probar más cosas —como filtros, edición y stickers— para seguir recibiendo aceptación.
“Es como si estuvieran mirándose todo el rato al espejo, pero en este caso, a través de la cámara fotográfica. Es el anverso y el reverso de una cuestión afectiva que tiene que ver con el ego”, explicó para ABC el psicólogo español Sergio García.
El psicólogo español concluye que algunos jóvenes pueden llegar a experimentar síntomas de abstinencia similares a los que padecen quienes son adictos a las drogas. “Estado de angustia, malhumor, irritabilidad... que en los peores casos puede llevar a ataques de pánico”, puntualizó García.