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No todos están aptos para este tipo de cirugías, las cuales pueden conllevar graves consecuencias.Internet

Adelgazar, un sueño riesgoso

No todos están aptos para este tipo de cirugías, las cuales pueden conllevar graves consecuencias.

Adelgazar sin necesidad de fuerza de voluntad es el sueño de muchos. La ciencia propone una fórmula que podría lucir milagrosa a simple vista, pero que, en realidad, implica riesgos de los que no muchos hablan. Se trata de la cirugía bariátrica (que comprende la manga gástrica, by-pass o balón) y que parece sencilla: poco tiempo después de la operación se empieza a perder una gran cantidad de libras. El estómago se reduce y con él, el hambre. Se adelgaza sin esfuerzo.

Pero la realidad es otra. El procedimiento requiere de un asesor nutricional para evitar la anemia y un sicólogo que ayude a que el cerebro asimile el cambio. Además, es posible que se pierda masa muscular y que se haga necesario volver al quirófano varias veces para eliminar el exceso de piel tras la drástica bajada de peso. También se afecta la estética facial, pues es muy probable que el cutis pierda turgencia y luzca avejentado.

El tratamiento es recomendado para quienes sufren de obesidad mórbida (la persona es tan gorda que su bienestar y su salud realmente están en peligro), obesidad grado 1 (se caracteriza por un exceso de masa corporal o de grasa independientemente del sitio de acumulación) o diabetes, aseguran los especialistas. Sí, hay riesgos si va al quirófano, pero también los hay si no lo hace y continúa con un sobrepeso que no ha cedido a ningún otro tratamiento. No se trata, pues, de cirugía estética, aunque muchos pacientes la confunden.

Lamentablemente, muchos personajes de farándula son asiduos clientes de estas cirugías, generalmente motivados solo por el deseo de verse bien. Y con ello confunden a la gente, que cree que este tipo de intervención está dentro del grupo de la cirugía estética.

La manga gástrica es un buen ejemplo. Sofía Caiche se sometió a ella porque aseguraba que bajar 30 libras era una misión casi imposible. El año pasado, Anita Buljubasich decidió entrar al quirófano tras varias dietas fallidas y tres liposucciones. No estaba obesa, pero “mi peso ya no depende de mi fuerza de voluntad”, reconoció a DOMINGUERO la presentadora tras la cirugía. Ella se quedó únicamente con el 25 % de su estómago. Su esposo, Nerio David, llegó a preocuparse por el escaso consumo de agua (con poco se llenaba). Temía que se afectaran sus riñones.

Ese camino, el de la manga gástrica, lo había tomado Marián Sabaté, aunque dijo que lo hizo por salud (por el riesgo de padecer diabetes). No dudó en volver al quirófano, pese a que la primera cirugía bariátrica, en 2010, la tuvo en terapia intensiva. Y es que no todo es color de rosa en estas operaciones. Doménica Mena, expresentadora de Ecuavisa, tuvo en el 2012 complicaciones en su embarazo por una anemia debido a la falta de apetito que le dejó la manga gástrica del 2010.

DOMINGUERO consultó con expertos en el tema para conocer cómo es el proceso antes, durante y después de la intervención, analizando lo que debe esperar de cada una de estas cirugías.

Balón gástrico, el de menor riesgo

Procedimiento: Luego de sedación intravenosa y vía oral se introduce la manguera del endoscopio y el balón desinflado (de silicón). Una vez dentro se lo llena con una solución salina y listo. Se retira la cámara endoscópica con la manguera.

Beneficios: No se pierde la anatomía del órgano.

Riesgos: El éxito dependerá de la colaboración del paciente. Respecto al rechazo del balón, la experta señala que el cuerpo se adapta entre 3 y 5 días, pero hay pacientes que son sensibles a las molestias que este genera y pueden experimentar los primeros días vómitos, cólicos o llenura. Cuando esto pasa se debe avisar al médico, quien determinará si se saca un poco del contenido o se lo retira.

By-pass gástrico

Recomendado para: Pacientes con obesidad grado 3 (exceso de grasa abdominal visceral) o con enfermedades como la diabetes.

Procedimiento: Se excluye entre un metro y medio a tres metros de intestino delgado.

Beneficios: Se estima que el paciente baja al menos el 90 % de su sobrepeso, gradualmente, durante un año. Pueden acceder a ella jóvenes de 15 años hasta adultos de 70.

Cuidados posteriores: Luego del by-pass, al menos el 90 % de los pacientes requiere operaciones estéticas para retirar el exceso de piel. Marcela Yépez, cirujana plástica, estética y reconstructiva, recomienda esperar entre 12 y 18 meses antes de realizarse una reconstrucción.

Recomendaciones: Luego de la intervención, el paciente debe comer porciones pequeñas y bajo control constante de un nutricionista. Noemí Díaz, nutricionista y dietista, aconseja el consumo supervisado de suplementos vitamínicos y minerales para evitar carencias de vitaminas A, D, B12, calcio, hierro y cinc.

Cuidados: El paciente debe comer lentamente y masticar bien, no mezclar sólidos con líquidos para evitar náuseas o vómitos. Los vegetales crudos no son bien tolerados, las frutas deben consumirse sin piel y sin semillas.

Manga gástrica

Peligro de anemia y de volver al quirófano.

Beneficios: Se pierde al menos el 50 % del exceso de peso en seis meses, pero solo debe practicarse por salud.

Riesgos: Si no trabaja en su ansiedad por comer, en tres años o más podría volver a ganar peso al picar de más y hacer que su estómago se estire.