Los alimentos que deberían llenarte de energía ahora vienen con yapa, y no se trata de algo precisamente saludable.

La alerta sobre el nuevo intruso en la alimentación humana llegó en octubre pasado, cuando un grupo de investigadores halló partículas de microplásticos en muestras de heces humanas. Allí se comprobó que estos componentes se estaban volviendo parte del menú.

La contaminación por plástico ha invadido océanos, ríos y hasta pueblos, ni siquiera se necesita mucho esfuerzo para probarlo tan solo con preguntar a Google sobre este tipo de contaminación las respuestas vendrán solas. Aunque seguro es impactante ver botellas y tapas flotando en medio del océano, este no es el único problema.

La ONG Greenpeace muestra que estos signos superficiales solo son “la punta de iceberg”, y que representan menos del 15 % de todos los plásticos que hay en el mar. Existen cinco zonas donde la concentración de basura plástica es tanta que se las conoce como “sopas” de plásticos: una en el Índico, dos en el Atlántico (Norte y Sur) y dos en el Pacífico (Norte y Sur). En estos lugares existe la explicación para que ahora estos componentes se filtren en tu plato: microplásticos.

¿Cuánto plástico comemos?

Un estudio realizado en julio de 2018, por la Universidad de Heriot Watt afirmó que en cada plato de comida podría haber hasta 100 fibras de plástico procedentes del ambiente y los objetos que nos rodean.

Si todavía no crees que los plásticos lograron llegar a tu comida, National Geographic menciona cinco alimentos que están siendo contaminados y que no se escapan de tu mesa.

Sal

Se la pones a prácticamente todo pero apuesto que no sabías sobre este componente extra. Hace varios años se constató que la sal presenta cierto grado de contaminación plástica. De 60 a 280 micropartículas por kilo fueron descubiertas en todos los tipos de sal estudiados por la Universidad de Alicante. Esto significaría que cada español ingiere al año 510 micropartículas de plástico.

Un resultado parecido lo obtuvieron los investigadores de Corea del Sur y Greenpeace East Asia, quienes hallaron partículas de plástico en un 90% de las marcas de sal.

Mejillones y almejas

Los animales marinos son especialmente afectados. National Geographic señala que se descubrieron microfibras, microgránulos y microfilms en el 71% de los moluscos que analizados en un reciente estudio.

Mariscos

Un 66% de los crustáceos analizados por la Organización de Consumidores y Usuarios contenían microplásticos, “sin detectar diferencias entre langostas, langostinos y gambas, tipos de envase o estado en el que se compraron (frescos o congelados)”.

Peces

Ellos viven rodeados de basura y eso comenzó a afectar. Un estudio portugués encontró microplásticos en el 19,8% de 263 pescados de 26 especies comerciales. “Otra muestra de campo obtenida mediante arrastre presentó polímeros sintéticos en un 36,5% del pescado capturado en el canal de la Mancha, según el informe Plásticos en el pescado y el marisco”, señaló National Geographic.

Agua

Finalmente algo indispensable para cualquier ser viviente: agua. Los microplásticos llegaron hasta el agua potable. La Universidad de Minessota, en su estudio Invisibles: el plástico en nosotros, analizó muestra del agua de grifo en más de diez países y descubrieron la presencia de microfibras de plástico en un 83%.

National Geographic también señala que las microfibras pueden llegar a dimensiones nanométricas, pero que todavía se desconoce si estas serán capaces de llegar al torrente sanguíneo o descargar otras toxinas en el cuerpo.