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Buena Vida

Dicen que el quiteño es querendón...

Los números dijeron a EXTRA, los y las ‘chullas’ son cariñosos en la relación de pareja

Dicen que el amor, a los tres meses, se acaba. Que los hombres son menos sentimentales que las mujeres en cuestiones de pareja. O simplemente que con los años la llama se apaga y vendrá otra persona para encenderla.

En fin... el sentimiento está en todas partes, flota en las miradas de los enamorados. Pero ¿qué pasa en Quito? Los números dijeron a EXTRA, los y las ‘chullas’ son cariñosos en la relación de pareja. Quizás los ‘apapachos’ y las ‘muchas’ están en la ‘dieta’ amorosa de los capitalinos.

¿Será? Bueno. Aunque suene feo y frío, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) sí se ha roto el lomo haciendo una encuesta nacional sobre matrimonios. No está especificado Quito como tal, pero sí Pichincha, de la cual es su capital.

Hasta el 2015, hubo 13.703 matrimonios en la provincia. Pero, en ese mismo año, los divorcios que se firmaron fueron más de la mitad de ese número: 6.742. No se especifica por qué razón ocurrieron tantas separaciones, si se supone -de acuerdo al sondeo de EXTRA- que el quiteño es fiel y amoroso.

El Consejo de la Judicatura (CJ) da luces de lo que pudo ocurrir para que hayan rupturas matrimoniales: la violencia intrafamiliar. Solamente en Quito, hay seis Unidades judiciales que conocen contravenciones de violencia contra la mujer y miembros del núcleo familiar. Los otros siete cantones tienen una entidad en cada una de sus cabeceras.

La CJ tomó datos del Sistema Automático de Trámites Judiciales (Satje), entre agosto de 2014 y septiembre de 2016. Allí se detallaba que ingresaron 116.051 casos de violencia. Mientras que en el primer semestre del 2013, Quito encabezó la lista de casos resueltos: 1.299 causas, luego Guayaquil con 1.265 y Cuenca con 812.

Los números son aburridos cuando se los lee. Pero ciertamente que muestran la realidad del contexto en el que el amor se desarrolla. Las rupturas tienen su razón de ser y, al parecer, se cumple el refrán que dice: no solo de abrazos y besos se va a vivir.

Pero a más de cariñoso, el quiteño se considera fiel. He aquí dos cuestiones. En el momento del ‘ligue’, la o el capitalino pone dentro de su currículum sentimental a la fidelidad como una de sus cualidades.

A pesar de que le gusta conocer a su potencial pareja frente a frente, no se descartan las páginas web o aplicaciones en donde se exhiben fotos con las intenciones de los solteros. Es allí donde los atributos en cuanto a virtudes se destapan.

¿Pero solamente se ‘ve’ el corazón? Pues la respuesta es no. A los quiteños les gustan las chicas voluptuosas, pero a ellas les atraen los ‘tucos’. Por eso los gimnasios son los sitios de llegada de los capitalinos.

Aunque esto solo es ‘ave de un solo vuelo’. La realidad es que “no existe una cultura” como lo dice Óscar Concha, médico del deporte. “Compramos imágenes que nos venden de lo bello y eso lo hacemos desde niños. Desgraciadamente, no tenemos la estructura anatómica para tener una gran musculatura, lo cual desmotiva con el tiempo”.