Para restaurar e hidratar las manos resecas, hay trucos de la abuela que no fallan. Uno de ellos es tomar la enjundia de la gallina (grasa), media vela de sebo y dejar que se derritan, durante 10 minutos a baño María. Luego agregarle tres gotas de aceite esencial de lavanda, ponerlo en un envase de vidrio y taparlo bien. 

“Puede usarlo a diario, sobre todo, luego de lavar los platos o limpiar la casa, ya que es súper humectante. La enjundia de gallina es una grasa sana, con propiedades para la salud, ya que es rica en ácidos grasos; además no solo sirve para la tos, sinusitis o bronquitis, sino para otros males”, recomienda la naturópata Sandra Mercado. Otra sugerencia que dio es aplicar a diario manteca de cacao.

Yema de huevo

Elimina bacterias y células muertas. Solo debes batir una yema, aplicarla en tus manos y dejarla actuar durante 20 minutos, luego enjuaga con agua tibia. Haz el procedimiento una vez por semana.

Aloe vera

Evita el desarrollo de infecciones, arrugas y manchas. Corta la hoja y aplica el gel.

Aceite de almendras

Es un excelente reparador de la piel, ya que ayuda a equilibrar el ph. En las mañanas y antes de dormir aplica unas gotas en tus manos y deja que se absorba.

Tomate

Aunque la mezcla del tomate con el jugo del limón pueda parecer un poco extraña en temas de cuidado personal, resulta efectiva para reducir la sequedad, prevenir manchas y arrugas prematuras de las manos. Deja la preparación durante 20 minutos y luego enjuaga con agua tibia. Las sentirás suaves.

Azúcar

El azúcar es un exfoliante natural para tus manos y si le pones unas gotas de aceite de ricino lograrás eliminar las células muertas, retener la humedad natural y mejorar la circulación.

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