Estos récords Guinness harán que te preguntes: “¿Es en serio?”

En el Libro Guinness de los récords las posibilidades son casi infinitas y sobre todo inusuales. La idea de recopilarlos en un libro surgió en 1950 y su historia involucra cerveza. Y no, no se trata de Oliver Struempfel, aquel alemán que batió el récord por cargar 24 jarras llenas de ese licor.

Fue Hugh Beaver, Director General de la destilería Guinness, quien lo ideó todo. Según el sitio web de Record Guinness, Beaver estaba de caza en el condado de Wexford en Inglaterra cuando surgió una interrogante sobre cuál sería el ave de caza más rápida y ninguno encontró la respuesta.

Esa situación lo motivó a buscar una forma para promocionar la cerveza Guinness —sí, de allí proviene su nombre— “basándose en la idea de solventar este tipo de disputas que también tenían lugar en pubs”, como indica esa publicación.

Así fue como decidió invitar a los gemelos Norris y Ross McWhirter a compilar un libro de datos y hechos que haría historia... ¿Se podría decir que la compilación de récords más popular del mundo rompió un récord? ¯\_(ツ)_/¯

Lo cierto es que las marcas alcanzadas son de todo tipo. Pueden ser tan tiernas como la del manatí más viejo y ruidosas como la del grito más largo. Pero también están esas que más de una persona consideraría absurdas como la del hombre que probó que puede mantenerse en llamas por más tiempo que cualquier otro.

Y para los que quieren conocer más de esas anécdotas, esta lista recoge récords que harán que algunos se pregunten: ¿Es en serio?, tras conocer sobre las extravagantes metas que se han logrado alrededor del mundo para integrar la comunidad Guinness.

La duquesa de las súper uñas

Al ver a Chris ‘La Duquesa’ Walton probablemente surgen varias preguntas, por ejemplo: ¿Cómo maneja un auto?, ¿puede usar un celular?

La neoyorquina rompió la meta por tener las uñas más largas de las que hay registro: sus estilizadas uñas miden 6.2 metros y las dejó crecer durante 18 años.

“Nunca tomé una decisión consciente de crecer las uñas, pero con todos mis hijos y los compromisos musicales supongo que era más fácil dejar crecer las uñas. Entonces un día miro hacia abajo y son como 9 pulgadas de largo”, dijo a Guinness.

Y para responder una de las interrogantes:

La lengua que para ventiladores

¿Se te comió la lengua el ratón?... Perdón, ¿el ventilador? Pues parece que la artista circense, Zoe Ellis, resulta invencible al enfrentarse a los ventiladores... con su lengua.

Ella apareció en el ‘Guinness World Records Italian Show’ con el objetivo de romper su propio récord mundial por parar la mayoría de los ventiladores eléctricos con la lengua en un minuto.

Y es que, previamente, Ellis logró ‘lamer’ el récord mundial al detener las alas de un ventilador con su lengua 20 veces en 60 segundos, según explica el HuffPost.

La nariz que infla globos

¿Ideal para ayudar con la decoración de una fiesta? Andrew Dahl podría inflar los globos de tu fiesta y a la vez entretener a los asistentes.

En 2013, el estadounidense demostró que su habilidad era digna de figurar como un récord Guinness: el de más globos inflados por la nariz en tres minutos.

Otra lengua... una que apaga fósforos

Hablando de hacer cosas extrañas con la lengua, no podía faltar Ashrita Furman. El neoyorquino, de 61 años, tiene un particular ‘don’: apagar fósforos con su lengua... y logró apagar 37 de estos, en un minuto, sin mostrar dolor alguno.

No es la primera vez que el nombre de Furman se vincula a romper este tipo de metas. De hecho, su última marca consistió en apagar 30 palillos en el mismo tiempo.

Este chino que rompió un récord con su cabeza

Li Longlong sí que uso la cabeza para alcanzar sus metas. En 2015, el chino batió el récord por subir escaleras con su cabeza 36 veces consecutivas.

Parece que Longlong buscaba ver la vida desde otra perspectiva y lo logró.