Buena Vida
Niksen, el ‘arte’ de parar todo y no hacer nada
Si eres de aquellos que critican a otros por pasarse de echados en cama y ser amantes de no hacer nada en su casa tras una larga jornada de trabajo, pues parecen no estar tan equivocados en lo que hacen.
Si eres de aquellos que critican a otros por pasarse de echados en cama y ser amantes de no hacer nada en su casa tras una larga jornada de trabajo, pues parecen no estar tan equivocados en lo que hacen.
Tenemos la creencia de que las personas que más pasan trabajando son las más importantes, o que las que pasan más horas en sus labores serán más felices por esto, sin embargo esas prácticas son las comunes que te llevan a desgastarte y estresarte más y por consiguiente afecten tu salud, estado de ánimo y productividad.
Se habla de muchas soluciones para aliviar ese estrés que se genera en tu mente por pasar con muchas cosas en la cabeza: relajacion, meditación, ejercicios, entre otras, pero la respuesta parece estar en algo más sencillo: no hacer nada.
Al menos así lo ve la gente de Holanda, quienes incluso lo consideran un ‘arte’ y parecen haber llegado a dominarlo. ¿En qué consiste esta práctica?
El niksen lo que pretende es ayudar a las personas a dejar de sentir que en sus momentos de descanso deben ser útiles. En lugar de hacer una actividad, el niksen tiene que ver con la contemplación sin un objeto o una meta a la vista. Es decir hacer una pausa a todo.
Carolien Janssen, en su libro ‘Niksen: El arte holandés de no hacer nada’, define esta práctica como “similar a la atención plena (mindfulness), pero no necesitas nada especial para no hacer nada”. La escritora agrega que si quieres practicarlo, “relájate y celebra el momento de no lograr algo”.
¿Cómo hacerlo? Prácticamente debemos separar un tiempo y energía de manera consciente y calculada a hacer cosas, por ejemplo, como mirar por la ventana o permanecer sentados e inmóviles.
Esto implica que tampoco podemos agarrar nuestro teléfono para revisar chats, o escuchar música, es simplemente soltar todo y entrar a un espacio en blanco.
Necesitarás al menos de unos 20 minutos para pasar por este proceso en el cual, al principio, seguro pensarás en todo lo pendiente que tienes que hacer, pero con el pasar del tiempo irás de a poco despejando tu mente. Luego podrás volver más claro y predispuesto a hacer lo que debes.
Armando tu tiempo y espacio niksen
El niksen tiene como actor principal al tiempo; sobre todo como se lo gestiona. Ponerlo en práctica no depende de lo ocupado que estés, de tu cargo ni de las obligaciones que tienes, sino cómo organizas tus pausas e inactividad.
Sandi Mann, una psicóloga de la Universidad de Lancashire Central en el Reino Unido, citada por The New York Times, lo asocia con la condición de soñar despierto (efecto de la inactividad) el cual “nos vuelve literalmente más creativos, mejores para solucionar problemas, más capaces de tener ideas creativas”.
Buscar el momento del día cuando somos más y menos creativos y productivos, también será clave. De esta manera podrás identificar en qué momento de tu jornada es ideal aplicar el niksen. Recuerda que cuando estamos más ‘cabezones’ por el trabajo, perdemos energía al no poder concentrarnos y el ‘camello’ se hace más pesado.
El espacio donde aplicar esta pausa juega un papel importante. Aunque lo ideal sería un lugar sin distracciones de ningún tipo, en ocasiones, como en el trabajo, te tocará crearlos a tí mismo. Lo fundamental es que no existan distracciones a tu alrededor, por ejemplo en el jardín del edificio o las escaleras rumbo al parqueo, incluso también este último lugar.
Si es en casa, podrás sentarte en una silla cómoda o en el mueble acompañado de algunos cojines y ponerlos en ubicación hacia las ventanas, eso sí, lejos de dispositivos como la tv, la computadora y desde luego, tu teléfono celular.
Finalmente, en un sociedad laboral donde se valora más al que ‘se quema las pestañas’ sin ver las consecuencia en negativas en su salud, productividad y bienestar, no sientas vergüenza al decir que estas en tu momento de niksen (inactividad), ya que este te ayudará a retribuir luego el tiempo ‘desperdiciado’, según aquellos que te llamarán ‘flojo’.