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Buena Vida

Ruleta sexual: La peligrosa orgía de los adolescentes
Un fenómeno sexual que preocupa a las autoridades de salud de varios países llega a Sudamérica.
Un nuevo juego sexual desató un escándalo en América Latina. Aunque parece descabellada, esta práctica se ha vuelto tan popular que en ciertos países las autoridades lo consideran un problema social. Se trata de la ‘ruleta sexual’.
Con el mismo concepto de un casino, los jugadores lo echan todo a la suerte. Aunque no queda muy claro quién gana, lo cierto es que nadie se va con las manos completamente vacías. Un embarazo o un VIH positivo podrían considerarse el ‘premio gordo’.
Las ruletas sexuales tienen varios formatos, pero los más extremos son la del ‘sida’ y la del ‘muelle’.
Ruleta sexual ‘sida’
En el caso de la ‘ruleta del sida’, el procedimiento se lleva a cabo como una orgía aparentemente convencional, pero con la particularidad de que uno de los participantes va armado... pero no con una pistola. Este arma en realidad excita al resto, es la infección del VIH. Todos saben que alguien está infectado, pero no saben quién es el individuo enfermo. Al que le toca le toca.
Todo comienza con una cita a través de la Internet. Existen foros dedicados especialmente a este propósito y últimamente las aplicaciones móviles han sido muy útiles. Se fija una hora y un lugar discreto, las inhibiciones se quedan en fuera del juego y los nervios están a flor de piel —cuenta Doug (exparticipante) a Diario El Mundo— Los convocados imaginan una y otra vez cómo será la orgía a la que están a punto de asistir.
Esta práctica comenzó en la década de los 90 en Estados Unidos. El auge de este fenómeno se dio a la par con la aparición de los antiretrovirales capaces de mantener la enfermedad controlada. Claro que en aquella época se esperaba que la cura definitiva llegaría pronto. No fue así.
Ruleta sexual ‘muelle’
‘El muelle’ por otro lado, comienza con un grupo de personas desnudas sentadas en círculo. Los casos reportados en Colombia, Perú y España confirman que se trata principalmente de adolescentes entre 13 y 16 años. Los hombres se colocan uno junto a otro con las piernas estiradas y manteniendo una erección para que las mujeres vayan sentándose encima, buscando y forzando la penetración. En un tiempo limitado deben tener sexo sosteniendo la postura hasta que se acaba el turno (cada 30 segundos). El chico que eyacula primero, pierde. Y la chica en muchos caos, pierde su virginidad y gana un embarazo.
Puesto que la penetración durante el ‘juego’ se realiza sin excitación, las chicas están expuestas a padecer vaginismo. Esta disfunción sexual se caracteriza por los espasmos de los músculos que rodean la vagina, provocando que la relación sexual sea dolorosa y, en ocasiones, imposible de llevar a cabo. Al no lubricar por no tener estímulos previos, se pueden producir desgarros y heridas en los órganos sexuales motivados por la penetración.
Los motivos
Los expertos de Centros de Prevención y Control de Enfermedades de EE.UU., han intentado entender las razones por las que alguien estaría dispuesto a infectase de VIH intencionalmente, n el caso de la ‘ruleta del Sida’. Gordon Mansergh, de la división de VIH y autor de uno de estos estudios, concluye que “la principal razón para tener sexo sin protección y sin preocupación, es que experimentan mucho más placer y se sienten emocionalmente más conectados con la pareja, sin barreras de ningún tipo”.
Por otro lado, los especialistas afirman que la razón que lleva a un adolescente a sumarse al ‘muelle’ puede estar en el hecho de no quedar margen de las actividades que realizan los demás. “En esta práctica no se busca la satisfacción propia, sino satisfacer el deseo del otro, que no viene a ser el compañero, la pareja, sino la sociedad, de modo de poder pertenecer a ella. Los jóvenes experimentan límites extremos solo por el hecho de ser reconocidos por el otro”.