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La sal posee varios beneficios para la piel; entre estos destaca su efecto exfoliante y antiséptico.Pixabay

Sal de mar: ¿un aliado para la piel?

Todos hemos oído hablar alguna vez de los beneficios que la sal de mar puede tener para nuestra piel, pero este mineral también podría perjudicarla.

Los baños en el mar y su sal aportan beneficios a personas con determinadas patologías, como eczemas, psoriasis, panadizo, dermatitis atópica o acné, este último dependiendo de las circunstancias. Pero estos cambios no se deben únicamente a la acción de este mineral, sino a la suma de esta última con el sol, el descanso, los rayos ultravioletas, y la humedad del ambiente.

Así lo afirma la doctora Mayte Truchuelo —dermatóloga del Hospital Vithas Nuestra Señora de América y de Vithas Internacional— en una entrevista con Efe salud. Según la experta, los baños en el mar son beneficiosos “en combinación con la humedad ambiental y la exposición solar limitada, por el efecto antiinflamatorio del ultravioleta del sol”. Concretamente los pacientes con psoriasis y dermatitis atópica “mejoran muchísimo”, pero cuando regresan a un clima seco “vuelven a empeorar”.

Con la psoriasis suelen aparecer lesiones en forma de parches rojos en los hombros, las rodillas, el cuero cabelludo, la espalda, la cara, las palmas de las manos y las plantas de los pies, y es un trastorno del sistema inmunitario, que aparece o desaparece sin avisar. La dermatitis atópica, se caracteriza por la sequedad de la piel, la aparición de lesiones de enrojecimiento, así como la descamación en placas junto con un intenso picor.

La sal del mar para el acné

La sal, afirma la doctora Truchuelo, posee múltiples propiedades, entre ellas, destaca su efecto exfoliante y antiséptico. En el ámbito de la estética puede utilizarse como exfoliante, porque ayuda a eliminar restos de suciedad o células muertas de la piel y, debido a su efecto astringente, puede contribuir a la eliminación del exceso de grasa facial.

Sin embargo, puede irritar nuestra piel debido al efecto de pérdida de agua. Por todo ello, su uso en determinadas terapias no se aconseja porque actualmente existen productos menos irritantes. La sal, recuerda la dermatóloga, es astringente y por lo tanto seca la piel y puede producir una respuesta paradójica y estimular la producción de grasa.

La mejora del acné graso se cree es debido a la acción del sol más que a la sal del mar. Lo que sí produce la sal del mar es una piel más lisa porque tiene efectos exfoliantes y es la razón por la que aporta buenos resultados en la limpieza de los poros obstruidos. Si hablamos de sal del agua marina, hay que destacar su riqueza en minerales esenciales que aportan beneficios a las células de la piel, e incrementan la circulación de la sangre en su superficie.

A pesar de los múltiples beneficios comentados, los especialistas advierten que resulta importante tener en cuenta que la sal también puede producir irritación en la piel y al contacto con mucosas, sequedad y deshidratación; por ello, aunque los baños en el mar son beneficiosos, la aplicación directa de la sal en tratamientos estéticos dermatológicos no resulta tan recomendable.

Sal de mar: pequeñas heridas

Asimismo, las propiedades antisépticas que posee este mineral pueden contribuir a la curación de pequeñas heridas, rozaduras o cortes y a la prevención y tratamiento de determinadas infecciones. Pero si se tienen heridas con infección, el agua de mar las puede empeorar porque en él también hay bacterias y pueden resultar contraproducente.

Lo que sí se aconseja para el tratamiento de infecciones de los dedos de la mano o alrededor de las uñas, lo que se conoce como panadizo, es lavarlas en casa con agua caliente y sal normal.