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Buena Vida

San Fernando: ¡La laguna del repudio!

Se cuenta que en esta se escondió una culebra de oro. Se formó por una intensa lluvia como un castigo divino a un hacendado

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En la laguna, ubicada a cinco minutos del centro cantonal, se puede realizar paseos en botes.Jaime Marín

En la época de dominio Cañari, la zona que ahora es el cantón Santiago de San Fernando, provincia del Azuay, era conocida como Leoquina, que significa: Laguna de Culebras. El nombre se basa en aquella leyenda que señala que una culebra de oro se habría escondido en ese embalse hoy llamado Busa.

Esta no es la única leyenda en la historia de San Fernando. Después que, en 1562, este pueblo fuera fundado por el español Juan Salazar Villasante se generó otra en torno a la misma laguna. Se dice que esta surgió como un castigo divino, según lo reseña Julio Enrique Quito en su obra ‘San Fernando, Geografía, Poesía, Leyenda y Religión’.

Después de la fundación, en aquel lugar ubicado a 56 kilómetros de Cuenca, se conformó una gran hacienda de unas catorce hectáreas.

Cuenta el autor que en una ocasión se reunieron todos los miembros de una familia distinguida para celebrar la boda de una de sus hijas.

En aquel entonces, las fiestas duraban dos y hasta tres días y, en una de ellas, cuando se ofrecía el banquete a los invitados, llegó un mendigo llevando en sus manos un pato y un pilchi (vasija formada de corteza de un fruto). El extraño, haciendo reverencia a los invitados y al patrón, pidió caridad y un poco de alimento.

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Como la presencia del mendigo generó malestar a los novios y al dueño de la hacienda, este mandó a sacarlo. “Sáquenle a este viejo sucio de aquí, no quiero que me riegue piojos en mi casa. Sáquenlo inmediatamente”, dijo el hombre.

Pese a ser aborrecido y humillado, el mendigo insistió en pedir algo de comer, lo cual enfureció más al patrón, quien ordenó que suelten a los perros para que el extraño salga de su casa.

No le dieron comida ni caridad, peor aún posada. Pero de forma sorprendente los perros, en vez de morder al viejito, lo halagaron como si fuera su patrón.

Una criada, al ver cómo lo humillaban y se preparaban para golpear al viejito, tuvo piedad y a escondidas sacó un poco de chicharrones y mote en su delantal y le dio al indigente. “Coge y ándate a comer y si te encuentran comiendo no les digas que te he dado porque me han de castigar y me han de sacar del trabajo”, le dijo la mujer.

El mendigo le respondió: “No te asustes hija, yo soy el Señor. Yo soy el Corazón de Jesús, solo quiero comprobar la maldad de tus patrones. ¡Ya lo he comprobado! Ahora coge tus cositas y camina lo más rápido que puedas, sin volver a ver, porque en un momento llorará el pato y lloverá mucho. Todo se convertirá en una laguna muy grande y hermosa”, le habría manifestado. Así habría surgido aquel represamiento de agua que es muy visitado en la actualidad.

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En la laguna permanece la imagen del Sagrado Corazón de Jesús.Jaime Marín
Imagen fue sacada de la laguna

Después de un tiempo, en la laguna, formada supuestamente como castigo, los nativos del sector colocaron una imagen del Corazón de Jesús y bautizaron al sitio como la Laguna de Busa.

La imagen del Corazón de Jesús ha sido renovada en varias ocasiones, pero de ella también se cuenta que, en 1842, fue encontrada por un sacerdote, a orillas de la laguna. Él religioso llevó la efigie a la capilla del centro cantonal. Al día siguiente nuevamente vio la efigie en la orilla de la laguna y otra vez la llevó a la capilla.

Así, la historia se repitió varias veces hasta que el sacerdote decidió construir una gruta en el sitio de la laguna donde encontraba la imagen.

Esta laguna es uno de los sitios turísticos de Santiago de San Fernando, localidad azuaya que este 6 mayo de 2021 cumple 35 años de cantonización.

En su muelle se puede tomar unos botes para navegar en ella y admirar el color turquesa de su agua y apreciar la fauna a su alrededor. Es un complejo turístico calificado como un sitio encantador. (JM)