Buena Vida
¿Por qué las películas malas son tan buenas?
Un estudio revela que a obsesión por ver producciones ‘malas‘ tiene fundamentos científicos.
Ya sea porque estás aburrido y no tienes un mejor plan, porque te dijeron que la tercera temporada mejora, o simplemente porque te gusta quejarte. En más de una ocasión seguramente te encontraste viendo una serie o una película que sabes que no te gusta. Sin embargo, con una mezcla de amor y odio, por alguna razón aparentemente inexplicable, la sigues viendo hasta el último minuto.
Resulta que no son pocas las personas que se entregan a ‘perder el tiempo’ frente al televisor. Y para esto, existen algunas explicaciones.
Primero, hay que reconocer que el séptimo arte además de ser entretenimiento, es un negocio, y bajo esta premisa, necesita vender. Así que resulta más sencillo enganchar a la audiencia con una película complaciente que no tenga que hacerte reflexionar. Solo tienes que relajarte y divertirte. Incluso puedes alejarte de la pantalla por 10 minutos y al regresar podrás deducir con facilidad qué pasó y qué es lo que pasará.
¿Si lo odio, por qué lo veo?
Un estudio publicado en ScienceDirect identifica las características claves de las ‘películas basura’, desde la perspectiva de sus consumidores regulares. Se centra principalmente en cómo algo catalogado como ‘malo’, puede ser adoptado por el espectador como algo positivo y de disfrute.
Los datos revelan que la mayoría de los fanáticos del ‘cine basura’ parecen ser personas con un alto nivel de educación y se los ha denominado ‘omnívoros culturales’, y conciben su preferencia a estas películas basados en una postura irónica.
Como lo describe BBC en su artículo ‘La era del odio’, ver malas películas y series “no es mirar por puro voyerismo”. Se explica que cuando uno ve Keeping up with the Kardashians, el espectador muchas veces analiza un programa que cree que debería ser bueno pero al final averigua que no lo es. “Es un tipo de experiencia, al igual que ser aficionado a algo pero a la inversa”, dice Joli Jensen, profesora de estudios de medios en la Universidad de Tulsa, en EE.UU., “tienes el placer de intentar averiguar por qué no te está dando placer esa producción”. Una vez identificado el motivo y alimentados de sarcasmo, los espectadores se deleitan en encontrar problemas en la trama y analizar todos los defectos posibles.
Ahora -continúa el artículo- los espectadores de todo el mundo regularmente se comunican en internet para competir sobre quién puede hacer las burlas más inteligentes de The Newsroom, Smash, Glee, Nashville y docenas de otras series. Este comportamiento explica el porqué del alto número de personas a los que les encanta señalar las letras más embarazosas de Taylor Swift o publicar en YouTube un audio con las peores interpretaciones vocales de Britney Spears